El Papa Francisco se sumó al llamamiento del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, para pedir una tregua en Ucrania con motivo a la celebración de Pascual el próximo 24 de abril.
El 10 de abril, con ocasión del domingo de Ramos, el Papa Francisco llamó a una tregua de Pascua para llegar a la paz mediante “verdaderas negociaciones”.
El martes, Antonio Guterres también pidió a ambas partes que detuvieran los combates para una “pausa humanitaria” de cuatro días, de jueves a domingo, con ocasión de la fiesta de Pascua ortodoxa.
Desde el 24 de febrero, Rusia inició diversos ataques contra Ucrania. Fue una ofensiva militar a gran escala. El ejército de Rusia entró por el este, el norte y el sur de Ucrania.
El presidente ruso, Vladimir Putin, explicó que el objetivo de esta acción “es proteger a las personas que son objeto de abusos y del genocidio del régimen de Kiev”.
Actualmente, las fuerzas de Rusia aumentaron la presión alrededor de la resistencia ucraniana bloqueando su acceso a una planta siderúrgica, lo que representa el último bastión conocido en Mariúpol.
Conforme la resistencia ucraniana sufría nuevos ataques, otro intento de evacuar a los civiles atrapados en la ciudad portuaria fracasó debido a los continuos bombardeos. Alrededor de cuatro autobuses de evacuación de civiles salieron con éxito del puerto ucraniano de Mariúpol.
Los últimos combatientes ucranianos que resisten atrincherados en la acería Azovstal rechazan rendirse y reclaman a la comunidad internacional garantías de seguridad antes de deponer las armas.
Centenares de civiles, sin agua ni comida, están refugiados en esa fábrica junto al 36 batallón del ejército ucraniano y el Batallón Azov, las dos últimas unidades resistiendo.