Cuarenta y tres años después de que lo hiciera la vecina Italia, la pequeña república de San Marino aprobó por una amplia mayoría legalizar el aborto en un referéndum este domingo, según resultados provisionales publicados por el Ministerio del Interior.
77.3% de los votantes de este micropaís de fuerte tradición católica votó a favor de dar a las mujeres la libre elección de abortar hasta las 12 semanas de embarazo y después, en caso de amenaza para la vida de la madre o de malformaciones detectadas en el feto, según los resultados, que abarcan 33 de los 37 colegios electorales.
Un total de 35 mil 411 votantes estaban llamados a votar, un tercio de ellos en el extranjero.
Otro bastión antiabortista, Gibraltar, flexibilizó su legislación tras un referéndum celebrado en junio.
San Marino, una pintoresca república situada en la ladera de una montaña en el centro de Italia, se sumaría así a la mayor parte de Europa en el levantamiento de lo que actualmente es una prohibición absoluta de interrumpir un embarazo.
La influencia de la Iglesia Católica sigue siendo fuerte y el Papa Francisco reiteró la semana pasada su posición inflexible afirmando que el aborto es “un asesinato”.
Junto con Malta, Andorra y el Vaticano, San Marino se contaba entre los últimos lugares de Europa con prohibición total del aborto, incluso en casos de violación o incesto, de graves daños al feto o de riesgo para la vida de la madre.
El resultado fue recibido con celebraciones de la Unión de Mujeres de San Marino (UDS), que inició el proceso del referendo e hizo campaña por el “sí”, en contra del partido de Gobierno y la Iglesia Católica.
Es una victoria para todas las mujeres de San Marino sobre los conservadores y reaccionarios que piensan que las mujeres no tienen derechos”, dijo la presidenta de la UDS, Karen Pruccoli.
Es una victoria contra la Iglesia Católica, que fueron nuestros adversarios e intentaron todo para evitar este resultado”, agregó.