La Torre Arista 500 en el puerto jarocho es el mayor monumento relacionado con la corrupción, por ello el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, mencionó que está buscando soluciones para que no se siga “dañando” la estética, historia e identidad cultural del Puerto de Veracruz.
Hay personas que se pronuncian por su demolición total. Otras por que sea rebanado, pero nadie, con excepción de sus propietarios, quieren que siga así como hasta hoy. Al respecto, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) busca la manera de intervenir el centro de INAH en Veracruz y elaborar un dictamen con expertos locales, el cual detalle las irregularidades de la obra.
“El ayuntamiento violó sus propias normas. Sí, es muy grave porque además de irrumpir en las visuales del patrimonio cultural edificado que le da identidad a la ciudad y al Puerto de Veracruz también está en riesgo el sistema ambiental y el desarrollo urbano”, declaró el director del centro INAH, José Manuel Bañuelos.
El argumento más importante del INAH es que la zona donde fue edificada la torre era donde antes los españoles llegaban a la playa, dejaban sus barcos y los reparaban. En el siglo XX, esta zona se rellenó y fue el límite de la ciudad amurallada. Por el valor de bajo de este suelo, el INAH sostuvo que tiene facultades para defenderlo.
Para la investigadora del INAH Ruth Elizabeth Arboleda este suelo contiene distintos elementos de carácter histórico. “Sabemos que tiene pecios (restos de barcos antiguos), sabemos que puede tener cerámica, pero no se presentaron las solicitudes para liberar la excavación a partir de una exploración previa”, agregó.
En su opinión llama la atención que las administraciones del exgobernador, Miguel Ángel Yunes y del edil, Fernando Yunes, hayan evitado que la obra presentara estudios técnicos, como los de mecánica de suelo. Esto, dijo parece “impensable” al considerar que este sitio tiene cimientos arenosos, por ello el INAH le preocupa que no se reportó sobre el proceso de excavación ni hubo opinión técnica referente a la obra.
Además de ello, Ruth Elizabeth Arboleda apuntó que la obra “requiere una corrección, requiere una judicialización del proceso y eso no lo podemos hacer nosotros, lo tienen que hacer las áreas centrales y lo estamos proponiendo de alguna manera en el dictamen. El presidente dijo que la rebanen, en lo personal yo quisiera eso y yo creo que mis compañeros también, pero va a depender de otro tipo de instancias y procesos”.
Frente a ello, Arboleda resaltó que casos como este no deberían repetirse en un futuro. “Ya sabemos que hay mucho dinero de por medio, es una construcción cara, son departamentos de tres millones de pesos, además del copete que pretendía ser un hotel de lujo”.
Las y los expertos coinciden en que la torre arista no se puede quedar así. El gobierno del estado tiene la responsabilidad de actuar de manera contundente. “Yo creo que podría rediseñarse el edificio, podría algunos niveles y hacer el edificio más transparente, no tan invasivo, quizás”, declaró el presidente del Consejo Internacional de Monumentos, Saúl Alcántara Onofre.
Por su parte, la integrante de civilistas de Veracruz, Itzamná Yukosvky dijo que “la preocupación que hay es el riesgo de accidentes de un grado mayor. La ciudad de México acaba de pasar uno con la línea doce del metro, no queremos que ocurra algo aquí similar aquí en Veracruz”.
Yukosvky mencionó además que la demolición afectaría todo el entorno del Puerto y Cuidad de Veracruz. En suma, añadió, puede causar más riesgos, por lo que es necesario reunirse y ver los estudios convenientes a efectuar para tomar una verdadera solución.