La policía de Uruguay y la Interpol desarticularon una red de traficantes de cubanos que eran trasladados desde La Habana a ese país sudamericano y posteriormente a Estados Unidos.
Viajaban vía aérea desde la isla y pagaban hasta 7 mil dólares por persona.
Para el viaje, los migrantes cubanos pagaban un monto de dinero a los miembros de la organización.
Luego, ingresaban a Uruguay por la frontera con Brasil a través de las ciudades brasileñas de Chui o Santana do Livramento.
Al llegar a Uruguay, algunos migrantes se establecían como refugiados, mientras que otros contactaban a los traficantes para llegar a otro destino.
En el operativo llamado “Montecristo” se detuvo a 34 personas, mientras que en una casa en Montevideo, la policía encontró pruebas de que los integrantes de la red de traficantes hacían transacciones económicas hacia México, Honduras, Perú y Ecuador.
Doce de las 34 personas detenidas fueron condenadas por el delito de uso de certificado público falso a seis meses de prisión.