Cynthia, Guiselle y Jeannete son tres mujeres víctimas de violencia vicaria, por parte de sus parejas. Como ellas miles sufren de este tipo de abuso en México, cuya característica principal es la de despojar a las mujeres de sus hijos e hijas a fin de usarlos como “instrumentos de venganza”.
Ese fue el caso de Cynthia, su pareja, quien era 18 años mayor que ella, le quitó a su hija siendo apenas una bebé.
“A mi me quitaron a mi niña, a Camila, cuando tenía apenas tres meses de edad, su padre aprovechó una salida que yo hago a cuidar a mi abuela. Se la lleva a casa de su madre. A los 10 días presenta una demanda con argumentos falsos para quedarse con la guardia y custodia y evitar pagar la pensión alimenticia”, contó.
Camila fue llevada a casa de su abuela paterna, Cynthia fue obligada bajo amenazas a firmar un documento para poder ver a su hija.
“Estuve hace cinco años, pasando violencia de parte de él, de parte de su familia, acoso de parte de él”, agregó.
En el caso de Guiselle su calvario comenzó el pasado 25 de marzo de 2022, cuando su expareja, un líder sindical le quitó con engaños a su hijo de cinco años, a quien supuestamente llevaría a una fiesta familiar.
“Se comunican conmigo y me dicen que ya no me lo van a regresar, que haga lo que tenga que hacer que ellos ya se fueron del domicilio en donde estaban y que empezara las acciones que yo considerara prudentes”, detalló Guiselle.
Guisellle expresó que su hijo, Dominc Delgado, padece de una condición médica que requiere de terapias y de atención de ellas. Las autoridades emitieron una Alerta Amber para su localización. “Está diagnosticado con trastorno del espectro autista, donde su condición requiere de cuidados especiales”, apuntó.
Ella teme por la seguridad de su hijo porque el padre de éste lleva el proceso legal en Atotonilco el Alto, Jalisco, un lugar controlado por el crimen organizado; mientras que Jenannet consiguió hace poco regresar con sus hijos, luego de una larga lucha por ello, tras pedirle el divorcio a su expareja.
“Él al principio no quiso, después aceptó, pero cada vez fue siendo más grosero y más violento conmigo”, dijo.
Una discusión, agregó, fue la gota que “derramó el vaso” y el momento que aprovechó su pareja para quitarle a sus tres hijos de seis, cuatro y dos años. Después de 77 días de suplicio, Jeanette al fin tiene a sus hijos con ella.
“A mí sí me da mucho mucho miedo y tengo que actuar en consecuencia mía de qué él no se los vuelvo a llevar nunca jamás”, finalizó.