La historia es conocida. “Hansel y Gretel” son dos niños hambrientos que descubren una casa repleta de dulces en medio del bosque.
Todo cambia cuando la compañía de teatro penitenciario retoma el texto clásico y le imprime un giro con altas dosis de comedia.
“Fuimos descubriendo que pues estábamos muy cargados y con esta obra nos permitimos divertirnos, jugar, comunicarnos, escucharnos. Entonces, quitar esas capas. que nosotros hablamos de quitar capas dentro de la cárcel, pero no quitar capas fuera de la cárcel pues es otro proceso que vamos descubriendo en el camino”, comentó Ismael Corona, actor.
Después de escenificar la densa “Macbeth” en las prisiones y con el aprendizaje del teatro testimonial, el clown y cabaret, emprenden una nueva experiencia con el uso de máscaras y marionetas.
“Estar muy tranquilo, no estar tan tenso, y simplemente jugar con mi mano. Darle la atención para que el niño le dé la atención y darle la atención a una media máscara y tener dos papeles al mismo tiempo pues es quitarme de lleno esa carga”, señaló Ismael Corona.
Labor que permite a los integrantes de este grupo canalizar su energía creativa.
“Desde la música, hasta papeles, armar escenas, armar personajes con todos mis compañeros”, mencionó Rafael Martínez Hernández, miembro del grupo de Teatro Penitenciario.
Ese miedo escénico ya se perdió desde hace mucho, y me da alegría conocer otro tipo de público, que conozcan mis habilidades y las de todos mis compañeros dijo Juan Luis Hernández, miembro del grupo de Teatro Penitenciario.
Las últimas funciones de “Hansel y Gretel” serán este lunes y martes, en el Foro Shakespeare.