El proceso contra el autor intelectual de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, Jalid Sheij Mohammed y otros cuatro acusados se reanudó este martes, pero su conclusión parece lejana, en vísperas del vigésimo aniversario de los ataques.
Mohammed, con una densa barba roja encanada y los otros hombres comparecieron ante la Corte en la Base Naval de Estados Unidos en la Bahía de Guantánamo, Cuba, en la reanudación del proceso tras una pausa de 18 meses por la pandemia de COVID-19.
El tribunal militar estaba repleto de fiscales, intérpretes y cinco equipos de defensores para Mohammed y los presuntos cómplices Ammar al Baluchi, Walid bin Attash, Ramzi bin al Shibh y Mustafa al Hawsawi.
En el público, tras una gruesa barrera de vidrio, estaban familiares de las 2 mil 976 personas que murieron por los ataques hace dos décadas, así como un nutrido grupo de reporteros para marcar la confluencia con el sombrío aniversario del sábado.
Los cinco acusados, que están encarcelados en esa prisión militar estadounidense desde hace casi 15 años, enfrentan la pena de muerte por cargos de asesinato y terrorismo ante el tribunal de crímenes de guerra.
Pero, con el proceso aun en su fase previa al juicio luego de nueve años de iniciado y empantanado por el asunto central del momento, que las pruebas del Gobierno están contaminadas por la tortura que los acusados sufrieron bajo la custodia de la CIA, no se vislumbra un fin inmediato.
El proceso es presidido por un nuevo juez militar, el coronel de la Fuerza Aérea Matthew McCall, el octavo del caso.
El oficial decidió que la audiencia del martes sería consagrada a sus propias calificaciones.
El resto de la semana habrá principalmente reuniones con los fiscales militares y los equipos de defensa.
Además, la fase previa al juicio podría durar fácilmente un año más, postergando el esperado veredicto.