En Oaxaca, durante 60 días, siete candidatas y candidatos a la gubernatura presentaron sus propuestas de gobierno, enfocadas, mayoritariamente en combatir la pobreza, apoyar al campo, incentivar el progreso tecnológico y respetar a las comunidades originarias.
Aunque estas jornadas comenzaron sin confrontaciones, en las últimas tres semanas, las acusaciones se dispararon entre y contra los punteros: Salomón Jara, de la coalición “Juntos hacemos Historia”, conformada por Morena, PT, Verde Ecologista y PUP; y Alejandro Avilés, contendiente del PRI y PRD.
Se acusaron mutuamente de corrupción, de presuntos nexos con el crimen organizado y de enriquecimiento ilícito.
A la campaña sucia se sumaron el resto de los candidatos:
La candidata de Movimiento Ciudadano, Alejandra Morlán y Natividad Díaz, aspirante del PAN, los llamaron rendir cuentas ante los señalamientos.
Además, el Instituto Estatal y de Participación Ciudadana de Oaxaca informó que se iniciaron 219 investigaciones por presuntos delitos electorales: entre actos anticipados de campaña, promoción personalizada y uso de recursos públicos.
Otros 12 son por actos de violencia política contra las mujeres, algo significativo en este proceso electoral, ya que por primera vez hay en Oaxaca dos candidatas que disputan la gubernatura.
Pese a las acusaciones, Salomón Jara y Alejandro Avilés mantienen las preferencias entre la ciudadanía y el morenista es quien registra ventaja.