Entre acusaciones de propiedades no declaradas, pasados turbios y una guerra sucia orquestada entre grupos opositores, más de un millón de integrantes de la lista nominal en Durango vivieron una contienda electoral que a unas horas de acudir a las urnas, se perfila complicada.
En el cierre de la campaña abundaron las acusaciones entre dos aspirantes a la gubernatura; Marina Vitela, de la coalición “Juntos Haremos Historia” conformada por Morena, PT, Partido Verde y Redes Sociales Progresistas y Esteban Villegas, de “Va por Durango”, coalición PRD-PAN-PRI.
La oposición acusó a Vitela de ser dueña de 25 propiedades no declaradas con valor total de 75 millones de pesos, mismas que según el PRD, no coinciden con sus discursos.
Ella, en respuesta, acusó una guerra sucia en su contra, orquestada por Villegas y su equipo, quién habría dado órdenes de ser agresivos, al considerarla una “mujer sola”.
En tanto, Patricia Flores, de Movimiento Ciudadano, dijo que sus contrincantes emanaron del PRI, partido al que acusa de haber mantenido estancado el desarrollo estatal durante varios años.
En esta contienda electoral la cúpula empresarial hizo un llamado a los tres candidatos para participar en los “debates ciudadanos”.
Vitela no acudió, y los empresarios lo tomaron como un desaire.