Reportajes especiales

¿Cómo encarrilar la educación después de la pandemia?

En la educación para después de la pandemia es importante incorporar círculos de confianza

Una de las tareas urgentes por atender en la casi pospandemia por COVID-19, en todo el mundo, es la educación. Y más en nuestra región, pues “la desvinculación de la educación y las pérdidas de aprendizaje inducidas han provocado un aumento de la desigualdad, tanto dentro de los países de América Latina, como entre ellos. Esto quiere decir que los sistemas educativos más ineficaces y desiguales estaban menos preparados para cambiar a modelos de educación a distancia e híbridos, por lo que se vieron más profundamente afectados por el impacto de la pandemia”, explica Natalia Tieso, magister en Educación y directora de Maple Bear LATAM.

La especialista rememora el informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que publicó en mayo de 2022.

“Se trata de un extenso trabajo titulado: ‘Cómo reconstruir la educación postpandemia?’. La finalidad de este documento es compartir algunas soluciones para cumplir con la promesa de un mejor futuro para la juventud. Destaca la manera en la que el distanciamiento social afectó al bienestar socioemocional y a la salud mental de los jóvenes”.

“No sólo se vieron privados de aprender nuevos conceptos y habilidades. También perdieron conocimientos y habilidades que ya dominaban. El impacto de la presión financiera, la pérdida de familiares, el aislamiento de los amigos y las interacciones sociales tuvieron consecuencias en la salud mental de los alumnos, incluyendo hiperactividad, sentimientos de miedo, ira, tristeza o frustración, y comportamientos tóxicos online como el ciberacoso, con mayores efectos para las mujeres”, destaca Tieso.

Alternativas

Además del impacto en términos de formación y conocimiento, los estragos de la pandemia en materia educativa afectan otros aspectos de quienes en este momento se encuentran estudiando.

Dijo que la pérdida de habilidades cognitivas y de logros educativos tiene consecuencias de amplio alcance. Sobre todo para el crecimiento económico de los países de nuestra región.

“No quedan dudas de que los distintos sistemas educativos de la región deben planificar políticas educativas para revertir las pérdidas vividas en el aprendizaje. Esto no significa que los alumnos no enfrenten evaluaciones o que las calificaciones no sean tomadas en cuenta para la promoción hacia el año siguiente. Debemos transformar este contexto tan triste en un llamado para la acción colectiva e invertir recursos (tiempo, dinero y capacitación) en el desarrollo de habilidades y el bienestar de nuestros jóvenes”.

“El mensaje es claro: el costo de la inacción es demasiado grande y nuestra región debe gastar más y mejor. Cerrar la brecha digital, producir contenidos en línea de alta calidad y transformar digitalmente los sistemas educativos debe ser una prioridad para nuestros países y mientras esto sucede, se debe dar prioridad a los entornos de aprendizaje seguros y enriquecedores para que los alumnos puedan compartir sus emociones en nuestra aula a través de la inclusión de meditaciones guiadas para que los alumnos alivien el estrés”, exclama la especialista.

La directora de Maple Bear LATAM, instancia encargada de acercar el bilingüismo entre Canadá y países como México, propone la incorporación de círculos de confianza como una alternativa clave para empezar a palidecer el panorama tan nebuloso que ha dejado la pandemia.

“Sería ideal que, al comienzo de las clases, los alumnos puedan revelar sus preocupaciones o ansiedades; una recomendación de una cita optimista, o una canción que les ayude a enfocarse en una perspectiva positiva, un rito de anotar su preocupación en un papel, analizar la situación de manera individual o grupal y luego romper el papel, son algunas de mucha dinámicas que pueden utilizarse para empezar con estos urgentes trabajos”, apunta Natalia Tieso.

¿Qué panorama nos dejó el COVID-19 en materia educativa según el BID?

  1. 165 millones de estudiantes de América Latina y el Caribe se vieron abruptamente desconectados de la educación.
  2. A finales de 2021, las escuelas habían estado cerradas un promedio de 237 días (más que en cualquier otra parte del mundo).
  3. En cuanto a la tasa del abandono escolar, se estima que 3.5 millones de estudiantes han quedado fuera de la escuela en toda la región.
  4. El círculo vicioso asociado con la falta de motivación, presión económica, deserción escolar y pérdidas de aprendizaje se agudiza en las poblaciones vulnerables.
  5. Según los datos recogidos en este estudio para Chile, Colombia, Costa Rica, México y Argentina, los jóvenes podrían llegar a perder alrededor de 11% de sus ingresos laborales a lo largo de su vida.

 ¿Qué hay que atender con urgencia en América Latina?

• Promover la transformación digital para acelerar los aprendizajes. Es necesario abordar la crisis de aprendizaje acelerándolo (y no simplemente remediándolo). Esto significa centrarse en los conceptos básicos que los estudiantes necesitan para progresar al nivel de grado acorde a su edad, brindando apoyo personalizado y diferenciado con tutorías en línea o presenciales a aquellos que tienen más dificultades, y trabajar en el rediseño del plan de estudios y enfoques didácticos.

• Proponer las adecuaciones curriculares necesarias respetando los estilos y ritmos de los alumnos. Una planificación para toda la clase no es suficiente, tenemos que planificar colaborativamente con profesores de otras disciplinas para ser eficaces en nuestra gestión de tiempo al incorporar diversas herramientas para las distintas inteligencias de nuestros alumnos, dando respuesta a la heterogeneidad de nuestras aulas.

• Ofrecer apoyo académico suplementario en los colegios, con jornadas extendidas, programa de verano o fines de semana, tutorías en línea o presenciales donde las propuestas pedagógicas sean motivantes y elaboradas teniendo en mente a ese alumno en particular que tiene esas necesidades específicas.

• Mantener un canal de comunicación más fluido e informal con los padres de familia también puede ayudar a reconocer los síntomas de la deserción escolar de manera anticipada: grupos de textos y de WhatsApp han demostrado ser más eficaces que los correos electrónicos, por ejemplo.

• Incluir espacios educativos de deportes, artes y música. Sirven también para mejorar la autoestima, el liderazgo y las habilidades interpersonales. Las intervenciones artísticas y la actividad física tienen efectos positivos como el desarrollo de la resiliencia, la salud mental positiva, el bienestar y la ansiedad.

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