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Barra de Opinión de Once Noticias | Felipe Ávila

El 30 de junio de 1520, el Ejército mexica derrotó y expulsó de Tenochtitlan a las fuerzas españolas e indígenas encabezadas por Hernán Cortés y sus aliados

El 30 de junio de 1520, el Ejército mexica derrotó y expulsó de Tenochtitlan a las fuerzas españolas e indígenas encabezadas por Hernán Cortés y sus aliados tlaxcaltecas, huejotzincas y zempoaltecas, que ascendían a más de 1100 soldados españoles y cerca de 4 mil de sus aliados indígenas.

Esta victoria ocurrió después de qué los mexicas declararon la guerra a los invasores y los mantuvieron sitiados por 23 días dentro de la ciudad, como consecuencia de la matanza organizada por Pedro de Alvarado en el Templo Mayor durante las festividades en honor de Huitzilopochtli, el 20 o 22 de mayo de este año. En esa ocasión Pedro de Alvarado, violando la hospitalidad que les había ofrecido Moctezuma, con vileza, ordenó matar a traición y asesinar a una buena parte de la jerarquía militar mexica cuando efectuaban una ceremonia religiosa en honor a uno de sus principales dioses,

Ante ese ataque artero de los invasores, quienes apresaron y asesinaron a Moctezuma, los nuevos jefes mexicas, los jóvenes Cuitláhuac y Cuauhtémoc encabezaron el combate contra los invasores, quienes se refugiaron en el Palacio de Axayácatl.

Los mexicas atacaron a los invasores durante 23 días cortando también el suministro de agua y alimentos con el fin de fin de acabar con ellos. Al prologarse el sitio, los mexicas idearon dejarles una salida por la calzada que unía a Tenochtitlan con Tlacopan, donde sería más fácil derrotarlos.

Eso fue lo que ocurrió. Los españoles y sus aliados indígenas decidieron huir la noche del 30 de junio cuando salieron por esa calzada junto con sus prisioneros cargando la artillería y los tesoros que habían recibido.

Los mexicas los emboscaron por tierra y agua. Cortés y sus principales capitanes lograron huir y llegaron al pueblo de Tlacopan. Su derrota fue estrepitosa. Según el mismo contó, murieron 150 españoles y más de 2 mil indios aliados. Según Bernal Díaz, perecieron 850 españoles y 1250 tlaxcaltecas, además de casi 500 heridos.

Según cuenta la leyenda, Cortés lloró esa derrota en el tronco de un ahuehuete de Tlacopan, sitio que aún se conserva.

Durante 500 años, el 30 de junio fue conocido como “La noche triste” como si lo único digno de conservar en la memoria fuera el pesar y la frustración de Cortés y de los españoles, ignorando lo que sentían y por lo que peleaban los mexicas y tlatelolcas, y ocultando en la memoria histórica una gran victoria mexica.

Esa visión cambió el año pasado, cuando en una ceremonia encabezada por la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, al recordar esta efeméride, se eliminó el nombre de este lugar histórico conocido como “El árbol de la noche triste”, y se le renombró como “La Plaza de la noche victoriosa”, conmemorando así una de las más importantes victorias mexicas.

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