Análisis químicos revelan por qué megalitos de Stonehenge son indestructible
Científicos revelaron que la estructura geológica de la piedra que hizo que los bloques de arenisca conocidos como sarsens fueran el material ideal para construir los duraderos megalitos de Stonehenge.
La muestra principal utilizada para hacer el primer análisis científico completo de uno de los imponentes megalitos de Stonehenge tiene una historia interesante en sí misma.
Se tomó de lo que se clasifica como Piedra 58, una de las varias piedras que se habían caído, que se sometió a trabajos de conservación en la década de 1950 después del descubrimiento de una grieta que atravesaba la piedra.
Para conservar la piedra, se perforaron tres agujeros de alrededor de 2.5 centímetros de diámetro en todo su espesor para insertar varillas de metal.
Luego, dos de los núcleos desaparecieron, aunque parte de uno fue redescubierto en el Museo de Salisbury en 2019.
El tercer núcleo fue entregado a Robert Phillips, que trabajaba para la empresa de perforación, y se fue con él a los Estados Unidos.
Cuando se jubiló, Phillips devolvió el núcleo a English Heritage en 2018 para proporcionar material de investigación.
Al analizar una pequeña sección de 7 centímetros del núcleo de la década de 1950, el equipo de Nash descubrió que la estructura del sarsen de granos de cuarzo del tamaño de arena cementados firmemente entre sí por un mosaico entrelazado de cristales de cuarzo era lo que hacía que la piedra fuera tan impermeable al desmoronamiento o la erosión.
Es extremadamente raro como científico tener la oportunidad de trabajar con muestras de tanta importancia nacional e internacional. Stonehenge es parte de un sitio del Patrimonio Mundial y está sujeto a las protecciones legales más estrictas, por lo que sería muy poco probable que pudiéramos acceder a este tipo de material hoy. Obtener acceso al núcleo perforado desde la Piedra 58 fue en gran medida el Santo Grial de nuestra investigación”, mencionó David Nash, profesor de geografía física en la Facultad de Ciencias Aplicadas de la Universidad de Brighton.
Gracias a la ayuda de organizaciones como el Servicio Geológico Británico y el Museo de Historia Natural, hemos podido aplicar un conjunto de técnicas de vanguardia a la muestra del núcleo Phillips. Le hicimos una tomografía computarizada a la roca, la aplicamos Rayos X, la observamos con varios microscopios y analizamos su sedimentología y química”, indicó.
Por lo general, con un peso de 20 toneladas y una altura de hasta 7 metros, los sarsens forman las 15 piedras de la herradura central de Stonehenge, los montantes y dinteles del círculo exterior, así como las piedras periféricas como la Heel Stone, Slaughter Stone y Station Stones.
Cincuenta y dos de los aproximadamente 80 sarsens originales permanecen en el monumento.