Grandes felinos están en los huesos, presuntamente víctimas de maltrato. Esto ocurre en el autodenominado santuario “Black Jaguar White Tiger”, que se ha dejado al abandono, en el Ajusco, al sur de Ciudad de México.
Su dueño, un empresario llamado Alejandro Serio, comenzó a impulsar aquí una serie de tropelías, según una exempleada, a la que se le prohibió el ingreso al lugar hace dos meses.
“Había 500 animales aquí, se comieron entre ellos. Estaba un tigre que se llamaba Etrusco, atacó a King George, un león blanco precioso, lo mató, se lo comió, se lo comieron entre muchos. ¿Qué hizo Eduardo’ Los castigó’’, afirmó la rescatadora de animales, Jonie Yael Gutiérrez Ruiz.
Se puede encontrar, por ejemplo, leones sin la cola.
“Sabemos que ha habido muchos muertos, sabemos que hay un lugar donde los entierran hasta vivos’’, aseguró Ernesto Zazueta, presidente de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México.
Ante esta situación, Yael buscó el apoyo de la Asociación de Zoológicos de México, para rescatar a los felinos y enviaron una solicitud a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Luego de dos semanas, el caso está en proceso. Inspectores de Profepa acudieron el lunes a revisar el espacio.
La asociación ofrece hacerse cargo de los animales, si la Profepa lo autoriza.
“Que se muevan de aquí los animales, porque no son las condiciones para ellos, que se muevan, que se busque y nosotros nos ofrecemos igual. Te comento, nosotros tenemos lugares, si bien no todos juntos, pues somos muchas instituciones que nos podemos hacer cargo de ellos’’, señaló Ernesto Zazueta.