Salud

¡Cuidado! Puedes ser víctima del síndrome del impostor

Expertos indican que es primordial ser consecuentes con las capacidades y logros individuales.

El síndrome del impostor es un fenómeno donde se tiene la creencia de que los logros personales no tienen relación con la capacidad, más bien, con la suerte, conexiones, aportes de otros y la coincidencia de haber estado en el momento y lugar adecuados.

De acuerdo con la coach, capacitadora y oradora, Alejandra Marcote, a pesar de todas las pruebas que podrían demostrar la competencia de esas personas, ellas llegan a considerar que no merecen lo obtenido, por ello no aceptan los elogios.

“Creo sinceramente que vinimos a ser mucho más de lo que hacemos en nuestro día a día, y descubrirlo requiere un profundo trabajo interno y un compromiso con nuestra singularidad (…) retomar el poder que habita en nosotros más de lo que nos han dicho”, explica en su libro “Cómo transformar el Síndrome del Impostor en tu Aliado”. 

Y tú, ¿alguna vez has sentido que no te mereces lo que has conseguido? O bien, ¿piensas que no estas a la altura de los retos que enfrentas y que todo lo alcanzado se debe simplemente a la suerte? Puedes estar siendo víctima de este síndrome.

Antecedente

Este fenómeno fue identificado por primera vez en 1978 por las psicólogas Pauline Clance y Suzanne Imes, en su investigación original se determinó que afectaba principalmente a mujeres, aunque en estudios posteriores se descubrió que afecta a ambos sexos por igual.

Las personas que lo padecen sufren incapacidad para interiorizar y atribuirse sus éxitos y logros. Creen que no son lo suficientemente buenos para desempeñar el puesto que tienen o para realizar las actividades que les son asignadas. Esto les hace tener constantemente el miedo a ser descubiertos como estafadores.

Como viven constantemente vigilantes y temerosos de que se les descubra, sienten culpa y de ahí de que se sientan “impostores”. En estas personas predomina la inseguridad a pesar de las pruebas de sus logros como los diplomas títulos, trofeos y ascensos laborales.

Sintomatología

Hay ocasiones en que no queremos reconocer el padecimiento, pero siempre es mejor tomar precauciones para evitar graves males.

Estos son síntomas del síndrome del impostor, ¿te identificas con alguno?  

  • Creer que el éxito llega por un golpe de suerte y no por méritos propios
  • No disfrutar los propios logros
  • Falta de reconocimiento del propio esfuerzo
  • Frecuentes creencias irracionales sobre uno mismo que derivan en una falta de confianza
  • Sentimiento de fraude y miedo a que los demás los descubran
  • Sentimientos constantes de inseguridad y malestar con cambios de humor
  • Perfeccionismo y la autoexigencia son muy frecuentes
  • Es común que frecuentemente sientan insatisfacción permanente, desmotivación y tristeza

Celebridades también lo padecen

Información publicada por un artículo de la Gaceta UNAM, sobre el tema sostiene que personalidades como la actriz Emma Watson; Michelle Obama, abogada y escritora; Howard Schultz, fundador de Starbucks, y Neil Armstrong, el primer hombre que pisó la Luna, revelaron haber padecido en algún momento el síndrome.

En ese mismo artículo, Laura Barrientos Nicolás, de la Facultad de Medicina, señaló que el síndrome del impostor no tiene una causa específica. Su origen puede ser provocado por factores biológicos, psicológicos o sociales.

Frases en la infancia como “tu hermano es mejor para esto”, “no eres bueno en la escuela” o, sobreestimaciones como “eres el mejor”, pueden ser un factor para iniciarlo con el paso del tiempo.

Barrientos añade que este síntoma también lo padecen las personas con problemas afectivos de tipo depresivo, con trastornos de ansiedad generalizada y con déficit de atención e hiperactividad.

A nivel clínico el síndrome está categorizado en cinco grupos:

  • Los perfeccionistas: establecen expectativas extremadamente altas para sí mismos y aunque cumplan sus objetivos no llegan a sentir satisfacción.
  • Los expertos: sienten la necesidad de conocer la mayor información posible antes de comenzar un proyecto y buscan constantemente nuevas formas de educarse y mejorar sus habilidades.
  • Genio natural: Están acostumbrados a recibir elogios por el menor de sus logros por lo que caen en una trampa cuando el trabajo requiere un mayor esfuerzo. Sus cerebros les dicen “no soy tan bueno cómo pensaba o cómo piensan los demás” lo que les indica que son un impostor.
  • Individualistas: sienten que tienen que realizar tareas por sí mismos y que al pedir ayuda significa que son un fracaso.
  • Los superhumanos: se esfuerzan por trabajar más duro que todos para demostrar que no son impostores. Por otro lado, también resulta útil poder observar los pensamientos sin darles importancia y desconectarnos emocionalmente de esos pensamientos irracionales.

Estrategias para enfrentarlo

Comparte lo que piensas y sientes con amigos, familiares o especialistas. Personas de confianza que no juzgaran los sentimientos.

Lo primordial es que seamos realistas y consecuentes con nuestras propias capacidades.

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