Mientras continúan los ataques en territorio ucraniano, el canciller ruso, Sergéi Lavrov, declaró ahora que el objetivo final es derrocar al gobierno del presidente Volodímir Zelenski.
Este comentario contrasta con el discurso del Kremlin al inicio de la invasión, cuando afirmaba que la meta no era tirar ese gobierno.
En el Cairo, Egipto, Lavrov declaró que Rusia, citado por las agencias internacionales, está decidida a ayudar a los ucranianos a “liberarse del yugo de este régimen inaceptable”.
En tanto, Zelenski acusó que la invasión rusa ya afecta a todos los países del mundo en materia de alimentos y energéticos.
“Las crisis creadas por Rusia afectan a todos en el mundo, y nadie logrará mantenerse al margen cuando Rusia provoque el caos en el mercado de alimentos, en los mercados de energía o simplemente en las relaciones internacionales”, dijo Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania.
Prueba de ello, es el anuncio de la empresa rusa Gazprom de que reducirá el suministro de gas a Europa, a través del oleoducto “Nord Stream 1″, a partir del miércoles, para darle mantenimiento.