En las entrañas de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) se tejió en el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, una red de corrupción, favoritismos y contubernio entre funcionarios y empresas, en contra de la salud de los mexicanos.
Es el caso del control que tuvo Coca-Cola sobre la dependencia, cuando el priísta Mikel Arriola estuvo al frente.
Fue a tal grado la injerencia de esa empresa en las decisiones de la Cofepris, que el propio Peña Nieto promocionaba esa bebida en sus eventos oficiales, a sabiendas de los daños a la salud que ocasionaban las bebidas azucaradas de esa transnacional.
“Les puedo decir que el presidente de la República toma Coca-Cola todos los días, Coca-Cola light, espero que eso sea una buena publicidad para los productos de ustedes”, dijo en algún momento Enrique Peña Nieto, cuando fue presidente de México (2012-2018).
Pero Peña Nieto no sólo promocionaba a esa empresa en sus actos oficiales. También permitió que la refresquera más grande del mundo influyera para que sus productos no fueran señalados como dañinos.
Así, cuando la Cofepris quiso poner etiquetados para alertar sobre la cantidad de azúcar que tenían diversos productos, entre ellos los refrescos, la Coca-Cola impuso sus propios etiquetados a la comisión.
Etiquetados que, evidentemente, no cumplían con la norma sanitaria y que incluso la Organización Mundial de la Salud rechazó.
Sin embargo, el priísta Mikel Arriola y su operador, Patricio Caso -quien se desempeñaba como director adscrito de la Cofepris en 2014- dieron su aval, afectando a la población del país, que hoy enfrenta una pandemia de obesidad y diabetes.
“Claramente Coca-Cola estaba asesorando a Cofepris en el caso del etiquetado y en el caso del amparo que pusimos a ese etiquetado, que llegó a la Suprema Corte de Justicia”, expuso Alejandro Calvillo, director del Poder del Consumidor.
Esa relación fue documentada por las periodistas Kennia Velázquez y Elizabeth Rosales, en su reportaje “las fichas de Coca Cola”. Fue tal el grado de la red criminal en Cofepris, que a decir de su actual titular, el comisionado Alejandro Svarch, se construyeron “sótanos de corrupción”.
“El primero se caracterizaba por un manejo discrecional de las solicitudes de las empresas en un oscuro archivo que era el reflejo físico del desorden administrativo de la Cofepris; el segundo era una vigilancia basada en la extorsión y el tercero el más profundo y lamentable era la operación directa de la corrupción”, dijo Alejandro Svarch Pérez.
Desde su nacimiento en el año 2001, la Cofepris fue un organismo desconcentrado, que operaba bajo la supervisión de la Secretaría de Salud.
Así, todas las actividades y decisiones para favorecer a empresas que han dañado la salud de mexicanos, fueron conocidas y aprobadas por los secretarios que pasaron por ahí.
¿Quiénes fueron esos secretarios? Esta es la lista:
- En el sexenio de Vicente Fox, Julio Frenk Mora de 2000 a 2006.
- Con Felipe Calderón, José Ángel Córdova Villalobos, de 2006 a 2011; y Salomón Chertorivski Woldenberg de 2011 a 2012.
- En la administración de Peña Nieto, Mercedes Juan López de 2012 a 2016 y José Narro Robles de 2016 a 2018.
La organización El Poder del Consumidor señala que algunos funcionarios estuvieron vinculados a la iniciativa privada mediante una fundación, antes y después de su paso por esa dependencia.
“Funsalud ha sido un organismo de la iniciativa privada, que fue creado para influir en la política pública y para defender los intereses de esas corporaciones”, aseguró Alejandro Calvillo.
Y agregó: “Mercedes Juan que venía de dirigir Funsalud y aparte de participar en el Consejo de Coca-Cola, o sea ¿cuándo se puede pensar que un secretario de Salud o Ministro de Salud puede estar participando en un consejo que comercializa un producto que la OMS pide que bajen el consumo?”
En otros casos, los exfuncionarios se fueron a la iniciativa privada como una forma de premiar su apoyo, por ejemplo, Patricio Caso, quien avaló el engañoso etiquetado de Coca-Cola siendo funcionario de la Cofepris, ahora es director de Asuntos Gubernamentales de la refresquera.
“Presentamos una denuncia ante la SFP, más ahora que Patricio Caso, mano derecha de Mikel Arriola en ese momento, es un alto funcionario de Coca-Cola en México”, indicó Alejandro Calvillo.
Esto es un fenómeno conocido como las puertas giratorias en el que funcionarios llegan a empresas privadas a las que previamente ayudaron.
“Las puertas giratorias es uno de los peores males, o personas que vienen de familias como Salomón Chertorivski que es secretario de Comisión de Salud, siendo hijo de Isaac Chertorivski, el principal representante de Bacardi durante muchos años, no solamente en México sino en la región y que fue secretario de Salud”, mencionó Calvillo.