Para estimular la buena salud y funcionamiento mental, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) recomienda realizar actividades físicas y mentales para evitar el riesgo de deterioro cerebral relacionados con diversos trastornos psiquiátricos como esquizofrenia, autismo, alteración del estado de ánimo y Alzheimer.
Las funciones del aparato mental se favorecen a través de la gestión emocional, la interacción social derivada del ejercicio del lenguaje y de actividades recreativas o artísticas del gusto de las personas, las cuales fomentan hábitos de disciplina, organización, perseverancia, constancia, consistencia, atención sostenida, estrategia, administración del esfuerzo y desarrollo evolutivo para alcanzar metas y objetivos”, resaltó el neurocirujano del Centro Médico Nacional (CMN) 20 de Noviembre, Manuel Hernández Salazar.
Una persona que maneja adecuadamente sus emociones tiene más probabilidades de ser exitosa, tiene mayor capacidad de respuesta positiva a diferentes situaciones previstas e imprevistas de estrés, no teme a señalamientos y juicios y es capaz de tener un mejor control de la ira, el miedo o la vergüenza”, agregó.
Resaltó que una manera eficiente de mantener en forma la salud orgánica del cerebro en cualquier etapa de la vida, desde la infancia y hasta la vejez, es adoptar estilos de vida saludables en alimentación equilibrada y práctica cotidiana de ejercitación física; estos factores contribuyen a prevenir obesidad, hipertensión, enfermedades cerebrovasculares y algunos tipos de cáncer cerebral.
Para mantener en forma al cerebro recomendó el hábito de la lectura, aprender otro idioma y viajar, ya que son estimulaciones cognitivas muy buenas. El aparato mental está diseñado para asegurarse ante lo novedoso y tener esta capacidad de apertura a recibir estímulos.
Sugirió ponerle retos a la mente en diferentes materias y asuntos porque ayuda mucho, de lo contrario la mente va eligiendo el camino más fácil, deja de aprender y aumenta el riesgo de deterioro.
El especialista explicó que las personas pueden implementar hábitos y acciones preventivas en su vida diaria para contrarrestar los factores genéticos y ambientales que influyen en la salud orgánica del cerebro y sus funciones, como la gestión emocional, “es el paso más importante para preservar la salud cerebral, de hecho es un parámetro directo y componente de la inteligencia”.