Diez años después de haber sido expulsado del Parlamento italiano debido a una condena por evasión fiscal, el exprimer ministro y magnate, Silvio Berlusconi, -protagonista de numerosos escándalos- aseguró este miércoles que desea volver al Senado en las elecciones legislativas del 25 de septiembre.
“Creo que al final me presentaré como candidato al Senado, para que sean felices todas esas personas que me lo han pedido”, declaró el multimillonario de 85 años, a un programa de la emisora pública RAI.
Después de haber apoyado la caída el mes pasado del primer ministro, Mario Draghi, Berlusconi -líder del partido de centro-derecha Forza Italia (Fuerza Italia), con cerca de 8%- está listo para volver al poder, ya que la coalición de derecha, de la que forma parte, resulta como la gran favorita en todos los sondeos.
Berlusconi ha desmentido también las indiscreciones que lo daban como muy preocupado por la posibilidad de que su aliada Giorgia Meloni, líder de la extrema derecha con el partido Fratelli d’Italia (Hermanos de Italia) y cuyo lema es “Dios, patria y familia”, se convierta en la jefa de Gobierno de la tercera economía de la eurozona.
El magnate confirmó el acuerdo pactado por los partidos de su coalición derechista que estipula que la formación que obtenga más votos será la que proponga al primer ministro.
“Si va a ser Giorgia, estoy seguro de que podrá llevar a cabo esa difícil tarea“, señaló.
El político considera que cada voto a favor de Forza Italia fortalecerá el perfil moderado y centrista de la coalición, de acuerdo con una entrevista publicada por el periódico Il Giornale.
Berlusconi, quien fue primer ministro de Italia en tres ocasiones, entre 1990 y 2000, dominó la vida pública durante mucho tiempo tras haber fundado un vasto imperio mediático.
Los escándalos de Berlusconi
El Senado lo expulsó en noviembre de 2013 después de que fue condenado a cuatro años de cárcel por evasión fiscal.
La justicia le prohibió participar en toda elección legislativa durante seis años y fue elegido al Parlamento Europeo en 2019.
Personaje muy controvertido de la vida política italiana, ha estado involucrado en numerosos juicios que han marcado su larga carrera, incluido uno en el que se le acusa de haber pagado a los invitados de sus fiestas para que mintieran sobre sus orgías al ritmo de “bunga-bunga”, organizadas cuando era primer ministro.
En los últimos años, ha sufrido una serie de quebrantos de salud, algunos relacionados con las secuelas que le dejó su contagio de COVID-19 en 2020.