Más de cien historietas que rasgaron la superficie de la realidad social y política de México, son el legado del caricaturista Eduardo del Río “Rius”.
“Fueron como 120, algo así. O sea, son más de 100, son tantos que no sé cuántos son, porque también hubo libros que se volvieron a hacer, que ya nunca más salieron, o que salieron antes de que yo naciera y nunca vi”, comentó Citlali del Río, hija de Rius y diseñadora editorial.
Nacido en 1934, en Zamora, Michoacán, “Rius” hizo sus estudios básicos en escuelas católicas, formación que no le impidió revisar incisivamente todos los temas, método heredado a su hija, Citlali del Río.
“No estar tan conforme luego luego con lo que haces, y seguir haciendo, seguir haciendo para mejorar. Y ser muy creativo, buscar cosas nuevas para enriquecer tu chamba”, agregó Citlali.
Armado siempre con lápiz y creatividad, autodidacta del dibujo, “Rius” comenzó a publicar sus caricaturas en 1955, en la revista Ja-Já.
Fue prolífica su trayectoria en medios nacionales y creó revistas como “la Gallina, Marca Diablo y El Mitote Ilustrado.
Su mayor legado al pueblo mexicano, dos historietas: Los Supermachos y Los Agachados, series de crítica social y política.
“Rius” murió el 8 de agosto de hace cinco años, su obra perdura y se revitaliza con nuevas portadas en cinco libros.
“Los más representativos, los más leídos, los de temas más importantes. Como que mi papá hizo de pronto tres libros diferentes de un mismo tema desde diferentes perspectivas”, puntualizó Citlali del Río.
Las reediciones de “Rius” ya se encuentran disponibles en librerías.
¿Quién era “Rius”?
Eduardo Humberto del Río García fue un caricaturista, historietista y escritor mexicano que publicó con el pseudónimo de “Rius”.
Rius fue un activista político de izquierda y simpatizante comunista, punto de vista que frecuentemente presentaba en sus escritos, acompañado con una fuerte crítica a las doctrinas neoliberales mexicanas, la política estadounidense y a la Iglesia católica.
Utilizó esto como apertura de la Revolución Cubana en su libro “Cuba para principiantes” y un fuerte simpatizante del bloque soviético hasta el fin de la Guerra Fría. Con la publicación de “Es una lástima, Cuba en 1994”, modificó su concepto ideológico respecto a ese país, e inició una fuerte crítica contra la corrupción, la burocratización y la represión del gobierno de Fidel Castro.
Comenzó dibujando en revistas y en periódicos, algunas veces sobre temas políticos. Hizo dos historietas famosas: Los Supermachos y Los Agachados caracterizadas por numerosas críticas al gobierno mexicano.
Después de este éxito, hizo muchos libros, todo ilustrados y escritos a mano y que abarcaban diferentes tópicos de política, vegetarianismo y religión. Sus libros fueron muy populares principalmente por su humor, lo cual llamaba la atención general de los lectores, por su simplicidad y agudeza intelectual. Daba una valorización a sus temas sin dificultad.