El Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) llamó a “no olvidar a las mujeres y niñas afganas” pese a otras importantes crisis que afectan al mundo, un año después del regreso al poder de los talibanes en Afganistán.
“Mientras el mundo enfrenta numerosas crisis que se superponen, no debemos olvidar a las mujeres y niñas afganas. Cuando a las mujeres y niñas se les niegan sus derechos básicos, todos nos vemos afectados”, dijo la directora ejecutiva del UNFPA, Natalia Kanem.
Asimismo, señaló que un año después de que los talibanes tomaran el poder, el país se encuentra inmerso en una profunda crisis económica y humanitaria.
“El aumento vertiginoso de los precios de los alimentos y la energía, exacerbado por la sequía y la guerra en Ucrania, ha provocado que alrededor de 95% de la población y casi todos los hogares encabezados por mujeres no tengan suficiente para comer”, mencionó.
En declaración divulgada este fin de semana, la directora de la agencia ONU Mujeres, Sima Bahous, denunció la construcción meticulosa de políticas de desigualdad por parte de los talibanes.
Debemos seguir alzando la voz de las mujeres y niñas afganas que luchan todos los días por su derecho a vivir libres y en igualdad. Su lucha es nuestra lucha. Lo que les suceda a las mujeres y niñas afganas es responsabilidad del mundo resaltó.
Los talibanes celebraron cantando este lunes en Kabul el primer aniversario de su vuelta al poder en Afganistán, tras un año marcado por un fuerte retroceso en los derechos de las mujeres y una profunda crisis humanitaria.
Mujeres sin derechos
Los talibanes determinaron este lunes que las mujeres deben usar velo en Afganistán. Una medida que se suma a las impuestas recientemente contra los derechos de las afganas, como que ellas no puedan volar sin un acompañante hombre, prohibir que las adolescentes asistan a las escuelas, viajar en autobús más de 12 kilómetros, entre otras, pese a que prometieron no ejercer medidas extremistas.
Desde su regreso al poder el 15 de agosto, los talibanes impusieron numerosas restricciones a las libertades de las mujeres, a menudo aplicadas localmente según las autoridades regionales del Ministerio para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio.
El movimiento islamista radical prometió que ejercería una versión más tolerante del rígido código de comportamiento que su Gobierno impuso cuando estuvo en el poder entre 1996 y 2001; sin embargo, esto no ha sido cumplido.
Ante esto, la directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Audrey Azoulay, denunció el miércoles pasado un “retroceso enorme” para la educación tras la decisión de los talibanes de cerrar las escuelas secundarias a las mujeres afganas.
Las adolescentes afganas volvieron a los colegios de secundaria siete meses después de que los talibanes tomaran el poder, pero pocas horas después de reanudadas las clases, los dirigentes islamistas volvieron a mandarlas a casa en un repentino giro de política que provocó confusión.