De acuerdo con una investigación internacional en la que participaron periodistas y organizaciones civiles de 17 países, el Gobierno de Enrique Peña Nieto participó en lo que bien puede considerarse como el caso de espionaje más grande de la historia reciente, al contratar el programa “Pegasus” con el que espió a políticos de México, entre los cuales están el equipo de Andrés Manuel López Obrador y periodistas como Álvaro Delgado, Carmen Aristegui y Jenaro Villamil, entre otros.
Resulta muy fácil señalar y apuntar, resulta muy fácil convocar para que se señale al gobierno como alguien que espía, como una entidad que espía, nada más falso que eso”, declaró en junio de 2017 Enrique Peña Nieto.
Funcionarios de la pasada administración encabezada por el priista Enrique Peña Nieto rechazaron una y otra vez que ese gobierno se dedicara a espiar a miles de mexicanos.
Toda la tecnología que han adquirido instituciones encargadas de la seguridad es inteligencia para combatir al crimen organizado”, argumentaban.
Pero, las aseveraciones han dado un vuelco este fin de semana. Una investigación coordinada por la francesa Forbidden Stories y Amnistía Internacional ha revelado que “Pegasus” sí espió, a través de celulares, a miles de personas de 40 países y México aparece como uno de los principales clientes con 15 mil teléfonos vigilados.
Entre los políticos espiados están el hoy presidente de la República Andrés Manuel López Obrador. La investigación revela que, a través de “Pegasus”, entre 2016 y 2017 el Gobierno monitoreó todas sus actividades y las de sus cercanos. Incluso, tenía intervenidos los celulares de su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller; de sus hijos y hasta el de su cardiólogo. También fueron vigilados sus hermanos, Pío, Pedro Arturo y Martín de Jesús López Obrador.
Su círculo cercano también era vigilado. El actual consejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer Ibarra; la secretaria de Energía, Rocío Nahle; el titular de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett; y el exsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, eran algunos de los objetivos de este sistema de espionaje.
El programa “Pegasus”, desarrollado por científicos israelíes, fue adquirido por el gobierno mexicano en 2014 para ser operado por la Procuraduría General de la República (PGR) y por el Centro de Investigación y Seguridad Nacional, el Cisen.
Fue comprado por el entonces procurador, Jesús Murillo Karam y su subalterno Tomás Zerón, hoy prófugo en Israel, pero se instaló durante la gestión de Arely Gómez.
El software, advierten, es invasivo. Extrae información de las personas, espía sus comunicaciones y ubicación, incluso puede controlar cámaras y micrófonos de los dispositivos intervenidos.