Palo Alto es una de las organizaciones de cooperativa de vivienda reconocidas en Latinoamérica. Desde su fundación, en Ciudad de México, en el año de 1972 ha sido un ejemplo para que la clase trabajadora pueda tener acceso a una vivienda digna y a un ambiente seguro y de manera horizontal.
En el año de 1989 un grupo de disidentes de los socios inició procesos ilegítimos para que en 1994 el órgano regulador desconociera a Palo Alto como una cooperativa. Esto dio inicio a un juicio de liquidación, que para 2002 arrojó un proyecto para la liquidación total de la organización.
El total del predio es de 46 mil 242 metros cuadrados con más de 200 viviendas, los cooperativistas han resistido represiones y ataques contra la forma de vida que han forjado por más de cuatro generaciones dentro de Santa Fe, “una de las zonas obscenamente caras en Ciudad de México”, señaló Gloria Valdez, cooperativista de Palo alto.
El juicio de liquidación ha dado los primeros pasos que autorizó el magistrado federal del Juzgado Quinto en materia de lo Civil, quien sentenció la entrega de algunas áreas comunes a los socios disidentes, quienes tienen décadas sin habitar en la cooperativa y para esto solicitó la fuerza de la Guardia Nacional.
La diligencia se suspendió, pero la preocupación de los socios está latente, sin embargo, la jefa de Gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, afirmó a los cooperativistas que es más fácil que ella “tenga un desafuero a que liquiden Palo Alto”.
Sabemos que no estamos solos y es por eso que seguiremos de pie, esperamos que para finales de este mes podamos reactivar la cooperativa y regresar con mayor fuerza”, concluyó Gloria Valdez.