Internacional

Sequía en sur de Irak obliga a más de mil familias a desplazarse 

El Ministerio de Recursos Hídricos afirmó que 2022 se encontraba entre los peores años de sequía que ha vivido Irak, desde 1930. 

Cerca de mil 200 familias han abandonado las marismas y zonas agrícolas del sur de Irak, en los últimos seis meses, debido a la sequía y escasez de agua en la provincia rural de Dhi Qar, informó un responsable local. 

Las marismas (ecosistema húmedo con plantas herbáceas que crecen en el agua) de la región de Mesopotamia, patrimonio mundial de la Unesco, sufrieron este verano por una sequía que golpea a Irak debido a bajas precipitaciones y disminución de caudales, de los ríos Tigris y Eúfrates, a causa de las presas construidas por Turquía e Irán. 

“Unas mil 200 familias de criadores de búfalos y agricultores, en las marismas y otras zonas de la provincia de Dhi Qar, han abandonado su lugar de residencia por la escasez de agua”, indicó el director de las autoridades agrícolas provinciales, Saleh Hadi. 

Dijo que el fenómeno comenzó en abril y que la mitad de las familias desplazadas se han instalado cerca de afluentes en sectores del norte de Nasiriya, capital de la provincia, así como en otras zonas del centro y sur del país, como Babilonia, Kut, Kerbala o Basora. 

El responsable dijo que más de 2 mil búfalos murieron por la falta de agua.

A finales de septiembre, el Ministerio de Recursos Hídricos afirmó que 2022 se encontraba entre los peores años de sequía que ha vivido Irak, desde 1930, debido al descenso de precipitaciones de los últimos tres años y al menor caudal de los ríos procedentes de los países vecinos. 

Por esta situación, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) alertó, desde el pasado julio, de una caída sin precedentes del nivel del agua. Recordó que las marismas son una de las regiones más pobres de Irak y se encuentran entre las más afectadas por el cambio climático. 

La organización lamentó el “impacto desastroso” de esta caída para más de 6 mil familias dependientes de la cría de búfalos, su único medio de vida. 

El ocaso del río Tigris en Irak 

Sus aguas fueron célebres en el jardín del Edén, Sumeria y Babilonia, pero en el actual Irak, el Tigris se muere dado el impacto negativo de las actividades humanas y el cambio climático, por lo que la agonía del río amenaza la vida que se implantó en sus orillas hace miles de años. 

Desde abril, las temperaturas superan los 35 ºC y las tormentas de arena se suceden, recubriendo con una fina capa naranja máquinas, animales y seres humanos. 

El verano es infernal para los iraquíes, cuando el termómetro llega a los 50 ºC y hay cortes de electricidad.  

Irak se ha convertido en uno de los cinco países en el mundo más expuestos a las consecuencias del cambio climático, según Naciones Unidas.  

El Tigris, que cruza Irak, ya no ruge. Se está quedando sin voz, debido a la falta de lluvias, pero también a las represas construidas aguas arriba, como las de Turquía, donde tiene su origen. 

Un corresponsal de la AFP recorrió las orillas del río, para dar cuenta del desastre que obliga a los habitantes a cambiar su forma de vida.  

Con represas turcas, el agua disminuye día a día  

El recorrido iraquí del Tigris comienza en las montañas del Kurdistán, en la encrucijada entre Irak, Siria y Turquía. Ahí, la gente se gana la vida cultivando patatas y criando ovejas. 

“En Faysh Khabur, nuestra vida depende del Tigris. Todo nuestro trabajo, nuestra agricultura, depende de él; pero desde hace dos o tres años, la situación es mala”, explicó Pibo Hasán Dolmasa, de 41 años. 

Las autoridades iraquíes y agricultores kurdos acusan a Turquía de retener el agua con las represas construidas río arriba.  Las estadísticas oficiales lo confirman: sólo 35% de la cantidad promedio del nivel del Tigris, desde que viene de las represas de Turquía, fluyó hacia Irak, en los últimos 100 años. 

Cuanto más se retiene el agua, más se reduce su caudal y menos se vierte en Irak. El agua recorre mil 500 km antes de fusionarse con el río Éufrates, para formar el Chat el Arab, río que confluye de los dos anteriores y que llega hasta el Golfo.  

Este asunto es fuente de fricción entre ambos países: Bagdad pide a Ankara que libere más agua.  

En respuesta, Ali Riza Güney, embajador turco en Irak, exhortó en julio a la población iraquíe a que utilicen el agua disponible de manera más eficiente y dijo, en un tuit, que el agua se desperdicia en Irak.  

Los expertos le dan la razón al diplomático y hablan de métodos dementes: como en la época de los sumerios, los agricultores iraquíes siguen inundando sus campos para regarlos, lo que provoca enormes pérdidas de agua. 

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