Yo nací y crecí en el México gobernado por el PRI. Pertenezco a la generación marcada por la represión al movimiento estudiantil de 1968 y a la que, un jueves de Corpus de 1971, el gobierno le dejó claro -a balazos- que cualquiera que alzara la cabeza corría el riesgo de perderla.
Nací y crecí en el México donde se reprimía ferozmente a las y los campesinos, ferrocarrileros, médicos y maestros.
Donde se perseguía, torturaba, encarcelaba o aniquilaba mediáticamente a los opositores.
En el México de la guerra sucia, los ajusticiamientos de la llamada “brigada blanca” y en el que líderes sociales y combatientes guerrilleros y sus familiares eran desaparecidos por el Estado.