El parque temático Disneyland cerró sus puertas este lunes en Shanghái debido a un confinamiento de emergencia decretado por las autoridades chinas y los turistas no podrán salir de su recinto hasta que no hayan dado negativo a COVID-19.
“El público tendrá que permanecer dentro del parque temático hasta que sus pruebas anticoronavirus, que se llevarán a cabo in situ, den negativo”, anunciaron las autoridades en un comunicado publicado en línea.
Todos los que hayan visitado el parque desde el jueves pasado tendrán que realizar tres pruebas consecutivas, durante la misma cantidad de días, y evitar toda participación en actividades colectivas, destacaron las autoridades.
Disney había anunciado anteriormente que el parque sería cerrado temporalmente, con efecto inmediato, de acuerdo con las medidas de control de la epidemia.
“Les mantendremos informados tan pronto como tengamos una fecha de reapertura“, señaló.
El parque abarca un total de 390 hectáreas, incluyendo Disneyland Shanghái, Disneytown y Wishing Star Park.
Este lunes, se registraron 2 mil 699 casos de COVID-19 en China, incluyendo 10 asintomáticos en Shanghái, según la Comisión Nacional de Salud.
Actividad industrial de China se contrae por restricciones sanitarias
Por otro lado, la actividad industrial de China se contrajo en octubre, debido a que las fábricas se vieron afectadas por los estrictos confinamientos por COVID-19, según cifras oficiales divulgadas este lunes.
El Índice de Gestores de Compra, un indicador clave de la producción industrial de la segunda economía mundial, alcanzó 49.2 puntos, por debajo del 50.1 de septiembre, según la Oficina Nacional de Estadística (ONE). La marca de 50 puntos separa el crecimiento de la contracción.
Además, los cierres sanitarios esporádicos en toda China han golpeado la demanda y la confianza empresarial.
Este índice ha estado por debajo de los 50 puntos en seis de los últimos ocho meses, en los que las restricciones pandémicas han paralizado grandes ciudades industriales con Shanghái, Shenzhen y Chengdu.
“En octubre, afectado por los frecuentes brotes locales de COVID-19, el Índice de Gestores de Compra de China declinó”, dijo Zhao Qinghe, estadístico de la ONE.
Asimismo, indicó que la base de la recuperación económica y desarrollo de China debe consolidarse más, al destacar la demanda débil y el creciente costo de las materias primas.
También mencionó que los brotes de COVID-19 golpearon especialmente fuerte a la actividad industrial, mientras que los sectores de transporte, alojamiento y alimentación y bebida también cayeron en un período en que suelen crecer por tener varios festivos.
“No esperamos que la política de ‘cero COVID’ sea abandonada hasta 2024, con lo cual las interrupciones por el virus van a refrenar la actividad en los servicios” que requieren presencia directa”, señaló el analista Zichun Huang, de Capital Economics.
Las autoridades chinas se plantearon una meta anual de crecimiento de 5.5%, pero algunos observadores consideran difícil alcanzar ese objetivo.
Tampoco han dado señales de que vayan a aliviar la estrategia china de “cero COVID”. El declive económico chino también lo exacerbó la crisis en el sector inmobiliario.