Guillermina Zarzosa “La Cavernaria” una institución en la lucha libre
Sin duda, la lucha libre es uno de los deportes más populares de México.
Al paso del tiempo se ha convertido en un ritual lleno de cultura, espectáculo y ambiente familiar, que no se puede entender sin la magia del aficionado, que cada noche está presente, gritando, abucheando y llorando cuando cae la máscara o cabellera de su luchador favorito.
Una de las aficionadas más fervientes al pancracio mexicano es doña Guillermina Zarzosa, conocida como “La cavernaria”, que durante más de 70 años ha asistido a todas las funciones; es toda institución de lealtad y amor a este deporte.
Mi papá me llevaba desde chica a las funciones y se me fue adentrando ese gusto por la lucha, me llamaba la atención su vestidura, sus capas, todo, como luchaban y todo que antes para mí era más bonito, puro ras de lona”, dijo Guillermina Sarzosa, aficionada Lucha Libre.
La cavernaria”, conocida así por ser fiel admiradora y amiga de Rodolfo “Cavernario” Galindo, ha estado presente en todas las funciones desde la inauguración de la arena coliseo, el 2 de abril de 1943, hasta el día que el luchador oro falleció en el encordado, lo que recuerda con lágrimas en los ojos.
Todavía me acuerdo a un lado cayó. Se han golpeado y todo, pero él cuando se lo llevaron a la enfermería ya casi iba muerto, muy triste, hay alegrías, hay tristezas, hay emociones, hay llanto de los luchadores”, señaló Guillermina Sarzosa, aficionada Lucha Libre.
Guillermina tiene miles de objetos y recuerdos que le han regalado los luchadores, pero el que más aprecia fue conocer y cenar con el santo, tras ganar un concurso.
Eso fue lo máximo que he tenido de alegría y de suerte de haber conocido al personaje, era una persona muy amable, muy cariñosa, muy respetuoso”, mencionó Guillermina Sarzosa, aficionada Lucha Libre.
Hoy Guillermina, a pocos días de cumplir 85 años, vive entre miles de máscaras, capas y fotos, esperando regresar a su segundo hogar, la Arena Coliseo.