Los líderes del Grupo de las 20 principales economías, el G20, expresaron preocupación por el “deterioro de la situación de la deuda” que enfrentan algunos países vulnerables de renta promedio y pedirán a los acreedores oficiales y privados que respondan rápidamente a las solicitudes de tratamiento de la deuda.
Un borrador de la declaración de los líderes del G20, al que tuvo acceso Reuters, incluye un lenguaje mucho más contundente sobre las cuestiones de la deuda y reconoce que los problemas se extienden mucho más allá de las naciones más pobres.
El borrador subraya la importancia de que todos los acreedores oficiales y privados participen en el alivio de la deuda y asuman una carga justa, pero no menciona a China, que ha sido criticada por los países occidentales y las instituciones financieras internacionales por retrasar los esfuerzos de reestructuración de la deuda.
“Los líderes afirmaron que intensificarían los esfuerzos para aplicar el marco común para el tratamiento de la deuda de forma “predecible, oportuna, ordenada y coordinada”, según el borrador.
El marco fue creado por el G20 y el Club de París de Acreedores Oficiales a finales de 2020 para ayudar a los países de bajos ingresos a capear la crisis por la pandemia de COVID-19.
Sin embargo, los resultados han sido esquivos y sólo tres países han solicitado formalmente el tratamiento de la deuda.
Los dirigentes del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM), junto con funcionarios de Estados Unidos y otras potencias occidentales, han presionado sin éxito para ampliar el marco del G20, a fin de incluir a los países vulnerables de ingresos medios, pero ese esfuerzo ha sido bloqueado por China, que es ahora el mayor acreedor de deuda soberana del mundo.
Ante esto, el presidente chino, Xi Jinping, instó a las instituciones financieras internacionales y a los acreedores comerciales que “tomen parte” y hagan esfuerzos para reducir y suspender las deudas de los países en desarrollo.