Rusia confirmó este jueves la renovación, sin ningún cambio, del acuerdo de exportaciones de granos ucranianos, luego de que Turquía, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y Ucrania anunciaran más temprano su prolongación.
Rusia se había retirado brevemente del acuerdo a finales de octubre, tras denunciar la utilización con fines militares por parte de Ucrania del corredor humanitario.
“La parte rusa autoriza la extensión técnica de la Iniciativa del Mar Negro sin ningún cambio en sus términos y su alcance”, declaró la diplomacia rusa en un comunicado.
Este acuerdo que permitía las exportaciones de cereales ucranianos desde los puertos de Ucrania se prorrogó durante los cuatro meses de invierno, eliminando las preocupaciones sobre una posible crisis alimentaria mundial.
Las cuatro partes implicadas en el acuerdo (Turquía, Ucrania, Rusia y la ONU) confirmaron este jueves la renovación, precisó la diplomacia rusa en un comunicado. El acuerdo vencía el sábado.
Se congratulan por renovación del acuerdo
“Tras las conversaciones cuatripartitas organizadas por Turquía, el acuerdo sobre el corredor de cereales del Mar Negro se prorrogó 120 días a partir del 19 de noviembre“, declaró el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Erdogan, uno de los artífices de este acuerdo, destacó también la importancia y el beneficio de este acuerdo para el abastecimiento y la seguridad alimentaria en el mundo, con cerca de 500 barcos y más de 11 millones de toneladas de cereales y productos alimenticios entregados desde el verano.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, recordó que su país propuso prolongar de manera indefinida la ‘Iniciativa del Mar Negro’, ya que es vital para la estabilidad.
Mientras tanto, el secretario general de la ONU, António Guterres, celebró la noticia con satisfacción en un comunicado transmitido por el Centro de Coordinación Conjunta (JCC) con sede en Estambul, que supervisa los movimientos de barcos a través del Bósforo.
En las últimas semanas se llevaron a cabo intensas negociaciones bajo los auspicios de la ONU para garantizar la prórroga del acuerdo, mientras que más de 10 millones de toneladas de cereales siguen bloqueadas en los silos de Ucrania.
Estos cereales son indispensables para estabilizar los precios en los mercados internacionales y para abastecer a las poblaciones más vulnerables a los riesgos de hambre, en particular, en África.
De los 11 millones de toneladas exportadas hasta la fecha, aproximadamente, 40% fue entregado a países en desarrollo.
Fertilizantes rusos
Por otro lado, Guterres precisó que la ONU está plenamente comprometida a eliminar los obstáculos que impiden las exportaciones de productos agrícolas y fertilizantes de la Federación de Rusia.
Moscú se retiró temporalmente del acuerdo y exigió su suspensión el mes pasado -tras la caída de un misil en Crimea anexada-, antes de dar marcha atrás.
Según un negociador, Rusia “no formuló nuevas exigencias”, pero, en las últimas semanas, insistió en el principio, aprobado el verano pasado, de sus propias exportaciones de fertilizantes y productos alimenticios.
Al mismo tiempo, el pasado 22 de julio, se firmó en Estambul un acuerdo paralelo sobre los cereales ucranianos.
La semana pasada, los negociadores rusos y de las Naciones Unidas se reunieron durante varias horas en la sede de la ONU en Ginebra.
Los productos agrícolas no están sujetos a las sanciones contra Rusia, pero, debido a los riesgos del conflicto en el Mar Negro, los armadores no aceptaban contratar sus barcos por falta de seguridad.
Según una fuente de la ONU cercana a las negociaciones, fue necesario trabajar duro para encontrar la manera de garantizar las exportaciones rusas de productos agrícolas y fertilizantes.
Sin embargo, se pudo establecer un marco en materia de seguros, ingreso a los puertos, transacciones financieras y acceso al transporte marítimo, coherente con los tres sistemas de sanciones en vigor de Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea (UE).
Ante esto, la ONU facilitó con carácter humanitario la entrega de 260 mil toneladas de abonos rusos, cuyo primer cargamento irá a Malawi, uno de los países más necesitados del África Meridional.
“Con el aumento de los precios del gas, Europa suspendió 70% de su producción de fertilizantes. Esta escasez y la casi ausencia de fertilizantes rusos en el mercado mundial provocan un aumento de los precios de más de 250% con respecto a sus niveles anteriores a la pandemia de COVID-19 en 2020”, estima la ONU.