Chile, uno de los países con más potencial para generar energías renovables, acordó junto a Australia, Reino Unido y la Unión Europea unir fuerzas para hacer asequible y competitivo el hidrógeno verde, una alternativa a los combustibles fósiles contaminantes.
Esta asociación entre países con enorme potencial productivo y otros con gran demanda energética nació en el marco del encuentro medioambiental internacional CEM12/MI6, que se celebra virtualmente esta semana en Santiago como uno de los foros previos a la cumbre climática COP26, que tendrá lugar en Glasgow, Escocia, a finales de año.
El hidrógeno verde, que libera energía sin emitir gases contaminantes, se está posicionando como una apuesta mundial para sustituir los combustibles fósiles, que potencian el cambio climático.
El acuerdo, bautizado como “Misión del hidrógeno”, buscará conseguir competitividad de este combustible frente a los actuales contaminantes y provocar así una demanda mundial limpia en los años venideros.
Lo que tenemos que hacer como planeta todos los países para poder usar ese hidrógeno aceleradamente es reducir su costo de producción, porque todavía es más caro de producir, transportar y almacenar que su alternativa como petróleo o gas”, explicó el ministro de Energía de Chile, Juan Carlos Jobet, quien agregó que la clave en el abaratamiento es reducir costos en la producción de electricidad.