Este 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminción de la Violencia contra la Mujer, fecha reconocida desde 1999 por la Asamblea General de Naciones Unidas.
El propósito es visibilizar la violencia que se ejerce contra las mujeres y niñas en todo el mundo. Y es que cada hora son asesinadas cinco mujeres o niñas en el planeta por alguien de su propia familia.
Este día también marca el inicio de la campaña “Únete” de la ONU, que consiste en 16 días de activismo en los que se pide a todos los integrantes de la sociedad a tomar el papel de activistas, solidarizarse con las defensoras de los derechos de las mujeres y apoyar los movimientos feministas.
Todo ello para evitar el retroceso de los derechos de las mujeres y conseguir un mundo libre de violencia de género.
La violencia contra las mujeres, fantasma tan real que tiñe de rojo a la sociedad mundial cinco veces cada hora, al menos, se enfrenta no sólo a los victimarios, sino a instituciones que involuntaria o deliberadamente son cómplices que no castigan.
45 mil de las 81 mil mujeres y niñas asesinadas intencionalmente el año pasado, fueron víctimas de sus parejas, o de otros miembros de su familia, revela la ONU.
En Francia, la fundadora del Observatorio de la Violencia contra la Mujer, Ernestine Ronai, repasa los retos que prevalecen para proteger a las mujeres.
“Nuestra sociedad debe pensar más claramente sobre la gravedad de la violencia contra las mujeres: en primer lugar, la peligrosidad de los hombres violentos y la imprevisibilidad de los hombres violentos”, señaló Ernestine Ronai.
Por ello, hoy los movimientos feministas toman las calles de varias ciudades del mundo, entre ellas parís, exigiendo a su parlamento una legislación más estricta, ya que apenas seis de cada mil violadores reciben condena.
En España, el teatro interactivo es un proyecto de sensibilización entre adolescentes sobre la violencia doméstica.
Cifras oficiales mostraron que la violencia de género en España crece más rápido entre menores de 18 años; casi 30% anual.
Casos inauditos ocurren en países con misoginia extrema, como Afganistán, donde un puñado de mujeres desafían al gobierno talibán saliendo a las calles en Kabul para exigir el pleno ejercicio de sus derechos.