Un informe conjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) expuso que el número de personas en Europa con VIH no diagnosticado aumentó a medida que caían las tasas de pruebas durante la pandemia de COVID-19, lo que amenaza el objetivo mundial de poner fin a la enfermedad para 2030.
El reporte también detalló que en 2021 se registró una cuarta parte menos de diagnósticos de VIH en comparación con los niveles previos a la pandemia en la región europea de la OMS.
Este revés probablemente se debió a que los servicios relacionados con el VIH, incluidas las pruebas, se dejaron de lado en muchos países europeos durante los dos años de la pandemia, según el informe.
“Es probable que la reducción de las pruebas y las demandas adicionales debido a la pandemia de COVID-19 en los sectores clínicos y también en los institutos de salud pública afectaron la detección de casos en 2020 y 2021 y creemos que esto continúa incluso hoy”, comentó Anastasia Pharris, experta en VIH del ECDC.
El informe utilizó modelos para predecir el número de infecciones estimadas y lo comparó con los datos de prueba proporcionados por 46 de los 53 países de la región europea de la OMS.
Se estima que una de cada ocho personas que viven con el VIH en esa región sigue sin ser diagnosticada.
Las interrupciones en las pruebas de VIH durante la pandemia son importantes porque cuanto más largo sea el período de tiempo entre la infección por VIH y el diagnóstico, mayores serán las posibilidades de enfermedad grave o muerte, y mayor será la probabilidad de que las personas transmitan el virus a sus parejas sexuales sin saberlo, encontró el informe.
Abordar las desigualdades que frenan el progreso es fundamental para poner fin al sida: OPS
Con un llamado a combatir las desigualdades que obstruyen los avances para poner fin al SIDA como amenaza para la salud pública para 2030, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) marca el Día Mundial del Sida este 1º de diciembre, cuyo lema es “¡Igualdad Ya!”.
Alrededor de 2.5 millones de personas viven con VIH en América Latina y el Caribe. En 2021, unas 120 mil personas adquirieron el virus y otras 35 mil perdieron la vida por causas relacionadas con la enfermedad.
“Un área que sigue viéndose afectada por la desigualdad y que está ralentizando nuestro progreso para eliminar el sida es el acceso a las pruebas diagnósticas y la implementación de las innovaciones para el diagnóstico temprano, la prevención y el tratamiento oportuno”, afirmó la Directora de la OPS, Carissa F. Etienne, en un mensaje en video con motivo del Día Mundial.
“Esto es inaceptable, ya que tenemos a disposición las herramientas para hacer del sida un problema del pasado”, subrayó.
Así, mientras el 82% de las personas que viven con el VIH en Latinoamérica y el Caribe conoce su estado, solo el 69% recibe tratamiento antirretroviral y el 63% tiene la carga viral suprimida o indetectable, algo fundamental para conservar una buena salud y prevenir la transmisión del virus a otras personas.
Entre las herramientas disponibles para eliminar el SIDA se encuentran las pruebas autoadministradas, los medicamentos para evitar la infección en personas en riesgo sustancial (PrEP), y nuevos medicamentos que son más eficaces y fáciles de tomar para quienes ya viven con el VIH, como el dolutegravir, recomendado por la OMS como primera línea de tratamiento.
Muchos países de la región están accediendo a estas herramientas a través del Fondo Estratégico de la OPS, sin embargo, en muchos contextos estas siguen sin llegar a las poblaciones más afectadas y su acceso y despliegue siguen siendo inequitativos.
En la actualidad, solo 14 países de la región tienen disponible la autoprueba del VIH, 25 países han introducido el dolutegravir, y solo un muy limitado número de personas en riesgo sustancial de infectarse con el VIH reciben la PrEP.
“Para cambiar el curso necesitamos una respuesta integrada, que se extienda a todas las comunidades en riesgo. Debemos hacer frente al estigma y la discriminación para ampliar el acceso” al diagnóstico, la prevención y el tratamiento para todos, consideró la directora de la OPS.
La doctora Etienne también pidió abordar los retos planteados por el COVID-19, que impactó en la respuesta al VIH, y reconoció el trabajo de los trabajadores y las autoridades de salud de la región por implementar alternativas a la atención presencial y entregas de medicamentos durante la pandemia.