Este lunes, los miembros del jurado en el juicio por fraude fiscal de la Organización Trump comenzarán a deliberar, luego de cuatro semanas de testimonios y argumentos sobre las prácticas de pago de ejecutivos en la compañía de bienes raíces de Donald Trump que, según los fiscales, ascendieron a años.
La empresa del expresidente estadounidense fue acusada en 2021 de pagar gastos personales de algunos ejecutivos sin reportar los ingresos y compensarlos como si fueran contratistas independientes.
Ante esto, su director financiero desde hace mucho tiempo, Allen Weisselberg, se declaró culpable y testificó para la acusación.
Trump, quien el mes pasado anunció una tercera candidatura a la presidencia en 2024, no fue acusado en el caso, pero el fiscal Joshua Steinglass dijo en su alegato final el viernes que Trump estaba al tanto del plan, como parte de un esfuerzo por contrarrestar el argumento de la defensa de que Weisselberg, de 75 años, solo buscó beneficiarse a sí mismo y ocultó sus fechorías a la familia Trump.
“Él no está siendo juzgado aquí, pero eso no significa que debas creer la narrativa de la defensa de que Allen Weisselberg se volvió deshonesto”, dijo Steinglass al jurado.
Fiscal Joshua Steinglass regresa a la sala del tribunal después de un breve receso
durante el juicio por fraude fiscal de la Organización Trump en la Corte Suprema de Nueva York.
Hasta 1.6 millones de dólares en multas
Asimismo, Trump, republicano, calificó los cargos como motivados políticamente, debido a que Alvin Bragg, el actual fiscal de distrito de Manhattan es demócrata, al igual que el fiscal de distrito que presentó los cargos el año pasado, Cyrus Vance.
La Organización Trump se ha declarado inocente. La compañía enfrenta hasta 1.6 millones de dólares en multas si es encontrada culpable.
Además, sus abogados han argumentado que un contador externo de Mazars USA que preparó las declaraciones de impuestos para la empresa, Donald Bender, debería haber descubierto el fraude de Weisselberg y denunciado.
“Bender hizo la vista gorda ante las fechorías de Allen Weisselberg. El presidente Trump confió en Mazars, confió en Donald Bender para ser el perro guardián”, dijo la abogada defensora Susan Necheles en su alegato final el jueves.
Bender, a quien se le otorgó inmunidad procesal, fue el principal testigo convocado por la defensa. Testificó que confiaba en que Weisselberg le proporcionara información financiera precisa para incluirla en las declaraciones de impuestos de la empresa y que no tenía ninguna obligación de investigar más.
Mazars cortó lazos con la Organización Trump a principios de este año. El caso es uno de varios problemas legales que enfrenta Trump, de 76 años.
También enfrenta investigaciones del Departamento de Justicia sobre sus esfuerzos para anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 y la eliminación de documentos gubernamentales de la Casa Blanca después de dejar el cargo, así como una investigación estatal en Georgia sobre un intento de revertir su derrota electoral en ese estado.