Llamado también trastorno afectivo emocional, la depresión estacional es un periodo donde una persona se siente triste o diferente a las demás personas de su entorno.
A veces, estos cambios en el estado de ánimo comienzan y terminan cuando cambian las estaciones.
Las personas pueden comenzar a sentirse decaídas cuando los días se acortan en el otoño y el invierno (por ello también suele llamársele tristeza invernal) y comienzan a sentirse mejor en la primavera, cuando hay más horas de Sol.
Para abordar este importante tema de salud, Once Noticias platicó con Alejandro Nenclares, director médico de Medicina Interna en Pfizer México quien dice que, se debe recordar que la depresión como tal es un padecimiento mental que se manifiesta como una tendencia a la baja del estado de ánimo de manera permanente.
“Al añadirle el apellido estacional, nos dice que es un periodo del año que se presenta de manera aguda y asociado a otros factores sobre todo medioambientales; los síntomas propios de la depresión, durante el periodo invernal suele durar por menos luz del día y por más tiempo la duración de la anoche”.
Añade que, también se conjuntan factores ambientales, sociales y familiares que promueven esta tendencia a la baja en el estado de ánimo.
Y, para citar un ejemplo, comenta que en fin de año la gente suele hacer reflexión de cómo le fue, qué pérdidas tuvo a nivel familiar, económico, laboral y financiera, aunado al periodo estresante económico: la famosa cuesta de enero.
“Sí, es un periodo de reflexión de los factores ambientales, pero también contribuyen las bajas temperaturas, la duración del norte de la luz solar, lo que produce algunos cambios neuroclínicos que hacen más propensos a tener una baja en el estado de ánimo”, platicó Alejandro Nenclares.
Cómo diferenciar la depresión estacional de la tristeza pasajera
El experto aclara que la depresión estacional es muy diferente a la tristeza que en algún momento todos hemos padecido.
La tristeza, enfatiza, no suele durar más de dos semanas y el trastorno que nos ocupa va acompañado de la pérdida de la capacidad de placer de las cosas que antes gustaban a una persona.
“Dejan de gustarnos o de parecernos interesantes [ciertas cosas]; hay cambios en el ritmo de sueño, tenemos insomnio o estamos durmiendo más horas al día; cambios en el apetito comemos menos o de más, lo que hace que aumentemos de peso”, dijo Nenclares.
Agrega que hay sentimientos de baja autoestima, de minusvalía, de culpa y, en casos más severos, deseos de muertes o fantasías suicidas.
También comenta que, si el paciente presenta por más de dos semanas este tipo de depresión, afectará las funcionalidades, es decir, el paciente ya no rendirá igual con la familia, en el trabajo, con la pareja; cometerá errores de atención, de concentración; tendrá la sensación de partida, de desmotivación y de no querer empezar el día.
¿Qué hacer?
El médico recomienda no subestimar el hecho de que una persona diga que está pasando por algunos de estos síntomas.
“Y jamás decirle: ’ya pasará’ o ‘échale ganas’, eso no sirve. Es como decirle eso a un diabético: ‘échale ganas para que baje tu glucosa’. Hay que considerar que la persona tiene un padecimiento mental y hay que buscar ayuda por lo menos con el médico de atención privada o ir con el profesional de salud mental”, destaca el especialista.
Otra de las recomendaciones que el galeno hace es nunca automedicarse, porque es común tomar pastillas que ‘alguien’ aconsejó porque a esa persona le funcionó.
“Hay que buscar ayuda profesional; los familiares deben ser empáticos, muchas veces se subestima al paciente y no se le da importancia; se deja pasar mucho tiempo y vienen consecuencias fatales porque no se les dio la suficiente atención”.
¿Hay tratamiento?
El tratamiento para una persona con depresión estacional, variará según la severidad del caso y el número de episodios que haya atravesado esa persona.
“No es lo mismo uno que está debutando, a uno que lleva ya varias recaídas; pero en el caso de la depresión estacional sí ayuda mucho la exposición a la luz solar como tal. No es que uno se vaya a asolear horas, pero es común que la persona con depresión estacional no sale de su cuarto, no se da cuenta cuando es de día, de noche”.
Por ello, reitera, es importante que el paciente se levante temprano y se exponga unos minutos a la luz solar porque el cerebro se da cuenta que es de día, y ello, envía unas señales químicas a nivel cerebral que regulan los ciclos entre el estado de ánimo.
Precisa que, lo ideal es recibir tratamiento farmacológico para la depresión.
También aconseja tratar de mantener rutinas de ejercicios de 120 o 150 minutos a la semana y evitar las sustancias.
“Muchos pacientes en esta época recurren al alcohol, incluso, algunas drogas más fuertes o empiezan a abusar del tabaco; hay que evitarlo porque agrava el problema; ayuda también el apoyo psicoterapéutico”.
Situaciones que están relacionadas con el medio ambiente, pérdidas familiares, desempleo; un divorcio, el aniversario de una tragedia en esta época navideña o la reflexión de fin de año, se agudizan y se quedan ahí atoradas.
“Es importante para la salud mental no subestimar a estas personas; hay que buscar ayuda. Lo vergonzoso es no atendí mi salud mental; lo orgulloso es debiera ser me preocupa mi salud mental y busco ayuda”; concluye.
¿Qué dice la OMS?
Respecto a cómo está actuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) en salud mental a nivel mundial, existe un Plan de Acción Integral de Salud Mental 2013-2030 que reconoce el papel esencial de este factor para lograr la salud en todas las personas y tiene cuatro objetivos principales:
- Reforzar un liderazgo y una gobernanza eficaces en el ámbito de la salud mental;
- Proporcionar servicios de asistencia social y de salud mental integrales, integrados y adaptables en entornos comunitarios;
- Poner en práctica estrategias de promoción y prevención en el campo de la salud mental, y
- Fortalecer los sistemas de información, los datos científicos y las investigaciones sobre la salud mental.