Ara Galán, miembro de la coordinadora de Solidaridad con Palestina en México, señaló que en las últimas tres décadas han habido ataques muy fuertes cada cinco o siete años sistemáticamente entre Israel y palestinos.
Sobre todo, cuando es tiempo de elecciones en Israel o en Palestina. Entendemos que son para desequilibrar políticamente todas las fuerzas que puedan tener una posibilidad de paz”, destacó Ara Galán en entrevista con Once Noticias.
La historia que vive Palestina no es un conflicto o una guerra; es una ocupación militar por la desproporción de las fuerzas que existen desde 1948 con la creación del Estado israelí.
No se pueden equiparar los ataques con cohetes caseros de los grupos yihadistas o islamistas junto con las piedras lanzadas por hondas de los palestinos con los misiles teledirigidos o las balas mariposa disparadas por el segundo Ejército más poderoso del mundo”, enfatizó Ara, quien también pertenece a los grupos Boikot Desinversiones y Sanciones en apoyo a la causa palestina.
La historiadora también contextualizó que existe un discurso político en el que el sionismo y sus ataques militares se justifican con su victimización por discursos de racismo o fascismo.
Nosotros no tenemos un discurso racista ni antijudio, pero sí somos críticos de la violencia desproporcionada que se utiliza contra el pueblo palestino para hacer lo que los historiadores llamamos una ‘limpieza étnica’ en la tierra de Palestina”, explicó la académica.
Al ser cuestionada sobre cuáles podrían ser algunos de los primeros pasos para encontrar la paz, Ara Galán consideró que “cuando los países que invierten en Israel dejen de entender que asesinar gente, controlar personas y espiar ciudadanos es un negocio. Sólo ahí podrá iniciar la conversación de los caminos para llegar a la paz”.
En Latinoamérica hay dos países que no reconocen a Palestina como Estado: Panamá y México.
Aunque los funcionarios de Relaciones Exteriores o representantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) externen que “la solución está bajo la premisa de dos Estados”, en la práctica carece de un sustento real, ya que, en temas migratorios, económicos y de seguridad, México sólo reconoce a uno de los Estados: Israel.
Explicó que de las principales problemáticas en México es el no reconocimiento de Palestina como Estado.
México tampoco puede ofrecer algún tipo de apoyo internacional migratorio a palestinos, ya que el no reconocimiento del Estado obliga a que los palestinos tengan que entrar a territorio mexicano con un pasaporte israelí.