Tras una semana de caos y cancelaciones diarias de miles de vuelos que afectaron a más de un millón de viajeros estadounidenses, Southwest Airlines reanuda paulatinamente sus operaciones.
“Se suponía que debía volar de regreso ahora y mi vuelo fue cancelado. Tengo que llegar con suerte, antes del 1 de enero”, señaló Leslie Anderson, viajera.
La empresa reembolsará el costo de los pasajes cancelados y los gastos de hospedaje de los cientos de afectados.
Nosotros vamos a pagar pero, ellos nos van a dar el pago del hotel afirmó Leslie Anderson, viajera.
En tanto, en Buffalo, Nueva York, luego de que máquinas barredoras limpiaron la nieve de las calles, el tránsito se reanuda poco a poco.
La nieve se derritió debido al aumento de las temperaturas. Con palas en mano, la población limpia más nieve y teme inundaciones.
Para eliminar todos los residuos, utilizamos todos los desagües juntos para que pueda salir el hielo indicó Achilles McCarthy, habitante de Buffalo.
Asimismo, residentes denunciaron que no se tomaron medidas de prevención frente a la peor tormenta en 40 años en Buffalo.
“La ciudad debería tener un buen plan para esto porque lo pasamos todos los años, todo se va a inundar”, dijo Waverly Collier, habitante de Buffalo.
Temperaturas extremadamente bajas
La tormenta, que cayó sobre Estados Unidos justo antes del fin de semana festivo de Navidad, uno de los que registra mayor movilidad del año, provocó temperaturas extremadamente bajas en buena parte del país, incluyendo estados del sur como Texas y Florida.
El miércoles, las temperaturas se moderaron, incluyendo Buffalo. La ciudad, a orillas del Lago Erie, cerca de la frontera con Canadá, registró la mayoría de las muertes por la tormenta.
Las autoridades encontraron cadáveres en sus autos o en las calles, algunas después de esperar durante horas para ser rescatadas.
“En este punto, hay múltiples cadáveres sin identificar. Ofrezco mi más sentido pésame y condolencias a todos los que han perdido un ser querido a causa de esta terrible tormenta de nieve”, dijo en Twitter Mark Poloncarz, funcionario del condado de Erie.
La prohibición de conducir se mantiene vigente en Buffalo y la Guardia Nacional irá de puerta en puerta en áreas que perdieron el suministro de energía eléctrica para asegurarse de que los residentes estén bien, tuiteó el funcionario.
Las autoridades también se preparan para la eventual crisis que sigue a la gran tormenta, el derretimiento de grandes cantidades de nieve.
Asimismo, adelantándose a que las temperaturas alcancen los 10 grados celsius este viernes, la gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, ordenó el despliegue de bombas y sacos de arena en caso de “condiciones de inundación potencialmente peligrosas”.