Tras seis meses de estado de emergencia sanitaria, marcados por un letal invierno, Portugal inició el sábado la última etapa de un desconfinamiento gradual que, por ahora, no ha provocado un rebrote de la epidemia de COVID-19.
El levantamiento o aligeramiento de restricciones sanitarias prosigue este fin de semana con la reapertura de las fronteras terrestres con España, los primeros conciertos-test , así como con la ampliación de horarios de cafés, restaurantes, comercios y espacios culturales.
Esto me da la sensación de recuperar la libertad” dice a AFPTV Clara Nogueira, mientras hace cola para asistir a un concierto-test con 400 espectadores en Braga.
Las asociaciones y promotores de espectáculos que montaron la operación esperan así convencer a las autoridades de que sigan levantando las restricciones para “salvar el verano” de este sector cultural “a la espera de alcanzar la inmunidad de grupo” explica uno de sus directivos, Alvaro Covoes.
Con una incidencia del coronavirus que se ha reducido de mitad desde el inicio del desconfinamiento, a 66 casos por cada 100 mil habitantes, Portugal ocupaba este sábado 1 de mayo el 93º puesto mundial, cuando a principios de año estaba en lo más alto de esa clasificación.