Internacional

Rescatistas mexicanas causan extrañeza en Turquía por creencias del Islam

Es imposible ver a una mujer turca entre los equipos de rescate locales o en los escuadrones de servicios médicos.

Cargar el dolor en silencio y sacar la rabia a través de rezos, es la realidad de las mujeres turcas, en medio de una de las tragedias más grandes del siglo.

Es imposible ver a una mujer entre los equipos de rescate locales o en los escuadrones de servicios médicos. El Islam no lo permite.

Por eso, las mujeres mexicanas que participan en las labores de salvamento han causado extrañeza en Adiyaman, pero también rechazo.

“Como mujer en esta zona de desastre ha sido un poco difícil, ya que se dificulta acoplarnos a las creencias religiosas que Turquia tiene hacia la mujer. No es fácil brindarles la ayuda humanitaria que la Secretaría de la Defensa Nacional nos designó como misión, ya que todavía es un poco mal vista la actuación de la mujer aquí”, dijo María Andrea López Vega, teniente de Enfermería.

María Andrea y su compañera Rosa le salvaron la vida a un hombre de 45 años, que los equipos de rescate lograron sacar de entre los escombros, aún cuando los médicos turcos no las dejaban intervenir por el hecho de ser mujeres.

El médico se cansó de dar las maniobras de RCP y lo que hicimos fue relevarlo junto con mi compañera, para que la persona no falleciera en el lugar comentó María Andrea.

Tras seis horas de maniobras para retirar las lozas de concreto que tenía encima y tras los ejercicios de reanimación de Rosa y María Andrea, el hombre sobrevivió.

La marinero Wendy puede ver a través de los muros. Su habilidad para manejar la cámara de calor con la que se buscan a personas entre los escombros, le valió ser escogida como una de las 25 mujeres rescatistas que México desplegó en Adiyaman para auxiliar en el terremoto.

“Estuve con el videscopio que es una cámara que nos ayuda a entrar a lugares muy pequeños y muy reducidos para ver si hay alguien con vida. Encontramos a una señora, fue a través del bidescopio, una vez que el canino marca, entra el bidescopio para asegurar”, explicó Wendy Yoali Lopez, equipo de Búsqueda y Rescate, Secretaría de Marina.

Además, narró que cada vez que llega a una zona de desastre en Adiyaman, los hombres la ven con extrañeza, pero todo cambia cuando muestra su habilidad para traspasar los escombros.

También mencionó que cuando ven la bandera de México les preguntan si son mexicanos, “y nosotros decimos que si y ellos se tocan el corazón y nos dicen que gracias”.

Ellas son las guerreras mexicanas que sin importar las bajas temperaturas y dormir en un campamento sin luz y agua, están dispuestas a mover hasta la última piedra de esta tragedia.

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