El amor es un fenómeno complejo, y una de las preguntas frecuentes alrededor del mismo, es si la monogamia se trata de un mito o una realidad para los seres humanos. Desde el punto de vista biológico, es importante considerar que de todas las especies que hay en la naturaleza, únicamente 1% es monógama y los primates no formamos parte de ese grupo.
Citlalli, Alejandra y miles de mujeres creen que la monogamia y el matrimonio ya no son las únicas opciones de vinculación afectiva. Tras una larga lucha por sus derechos y resignificar su papel en la sociedad, se preguntaron si ese modelo respondía a sus necesidades.
“Si las mujeres llegaban a cometer infidelidad eran mucho más juzgadas y sancionadas en comparación con los hombres, en donde para los hombres si está permitido, desde ahí ya vamos identificando cómo están estas desigualdades como para los hombres, como para mujeres”, mencionó Aidee Rodríguez, académica de la Facultad de Psicología UNAM.
Citlalli pasó de la monogamia a la anarquía relacional, en la que sostiene más de una relación afectiva y cada una es tan importante como la otra.
“Esta transición fue atropellada, especialmente cuando me abrí a la disidencia afectiva, la monogamia ética, sí me encontré con muchas heridas que la monogamia tapaba, muchas inseguridades”, dijo Citlalli, habitante de CDMX.
Por su parte, tras asumir su bisexualidad, Citlalli le dijo a su primer compañero, tras ocho años de relación, que quería abrirse a otras posibilidades. Tiempo después conoció a una chica, con quien inició una segunda relación y en la pandemia, los tres decidieron vivir juntos.
“Algo muy lindo es llegar a mi casa y saber que estoy compartiéndome en mi hogar con dos personas que me aman, les amo”, señaló Citlalli.
Por su parte, Alejandra conoció a Israel en la secundaria, ocho años después iniciaron un noviazgo, se mudaron juntos y hace un año tuvieron a su primer hijo. Para muchos el paso natural era el matrimonio, pero no para Alejandra.
El camino no ha sido fácil, sin embargo, cada vez son más comunes y aceptados estos nuevos modelos de relaciones afectivas entre las mujeres.
“En mi entorno algunas amigas o conocidas llevan diferente sus relaciones amorosas, algunas más abiertas, algunas todavía con ese canon social, pero veo que esta diversidad se ha ido haciendo más abierta, ya hay una mayor libertad de expresión, también hay una mayor libertad de ejercicio”, refirió Alejandra Garibay, habitante de CDMX.
En esta lucha contra las convenciones, las mujeres se han comprometido y sobre todo, han avanzado con firmeza en sus propios proyectos de vida. Proyectos, se ufanan de largo plazo.
“Se ha modificado esta idea del mito del amor romántico y han estado considerando también estas nuevas formas de construir vínculos sexoafectivos o sólo vínculos sexuales o sólo vínculos afectivos, teniendo esta libertad de poder elegir la manera en que ahora pueden vincularse e ir decidiendo que ya no quieren en sus relaciones”, concluyó Aidee Rodríguez, académica de la Facultad de Psicología UNAM.