Malasia se niega a ser un vertedero de basura internacional.
Desde 2019 ha regresado a sus países de origen más de 260 contenedores con basura, desechos plásticos y materiales peligrosos.
Han sido identificados al menos 14 países, como Estados Unidos, Japón, Francia, Canadá, Australia, España y Gran Bretaña, entre otros, que exportan sus residuos no deseados.
Malasia se convirtió en un nuevo destino, luego de que China prohibió en 2018 las importaciones de desechos plásticos extranjeros, interrumpiendo el flujo anual de más de 7 millones de toneladas de basura.
En el 2020, el gobierno malasio aseguró que no sería el “vertedero de basura” del mundo.
Hasta la fecha, el gobierno de Malasia ha repatriado 150 contenedores con plástico, desechos plásticos ilegales, con un peso de aproximadamente 3 mil 737 toneladas métricas”, explicó Yeo Bee Yin, ministro de Medio Ambiente de Malasia.
El primero de enero entraron en vigor nuevas reglas de la ONU sobre el comercio de desechos peligrosos, a fin de desalentar la producción de plásticos difíciles de reciclar y evitar que los países más ricos arrojen basura en el resto del mundo, contaminando de forma irreparable el medio ambiente.
En Malasia, las empresas o agentes de transporte que violen las leyes de importación y medio ambiente enfrentarán acciones estrictas.