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En México, más de 70% de personas trabajadoras del hogar carecen de prestaciones laborales

Al cuarto trimestre de 2022, las personas ocupadas en el trabajo doméstico remunerado en México ascendieron a 2.5 millones.

El Día Internacional de las Personas Trabajadoras del Hogar se conmemora cada 30 de marzo desde 1988 y tiene como objetivo promover el valor del trabajo del hogar y convocar acciones para reivindicar los derechos de quienes lo realizan, en su mayoría mujeres.

A propósito de la fecha, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo Nueva Edición (ENOEN) señaló que, al cuarto trimestre de 2022, las personas de 15 años y más ocupadas en el trabajo doméstico remunerado ascendían a 2.5 millones, lo cual equivale a 4.2% del total de la población ocupada en México.

Del total de personas ocupadas en estas actividades, 90.2% (2.2 millones) corresponde a mujeres y 9.8%, a hombres.

La ENOEN define a las personas ocupadas en el trabajo doméstico remunerado como aquellas que prestan su servicio en labores de aseo, asistencia y los relacionados al hogar de una persona o de una familia, a cambio de una remuneración económica.

Actividades predominantes

La ocupación predominante en los trabajos del hogar es la que se refiere a la realización de quehaceres de limpieza en casas particulares y otras actividades complementarias con 1.9 millones de personas (78.6% del total).

Las y los cuidadores de niños, personas con discapacidad y personas mayores en casas particulares representaron 10.4% del total, seguidos por jardineras y jardineros en casas particulares con 4.1% y choferes en casas particulares con 2.3%. En estas dos últimas ocupaciones, destacó el mayor porcentaje de hombres ocupados con 41.6% y 23.4%, respectivamente.

Prestaciones laborales

Además, la ENOEN señaló que, de todas las personas ocupadas en el trabajo doméstico remunerado, 72.6% no contó con prestaciones laborales. De este porcentaje, 74.0 % correspondió a mujeres y 59.6% a hombres.

Debido a que las personas trabajadoras del hogar son un sector generalmente desprotegido, en 2018, la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) aprobó el proyecto del ministro Alberto Pérez Dayán del amparo directo 9/2018, determinando que es inconstitucional que los patrones no estén obligados a inscribir a los y las empleadas domésticas ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Es a partir de esa decisión, que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), mediante la Unidad de Trabajo Digno, vigila que se dé cumplimiento a la normatividad y se asegure la incorporación a la seguridad social de las personas ocupadas en el trabajo doméstico remunerado con el fin de proteger sus derechos humanos laborales para lograr un impacto en el bienestar de ellos, sus familias y su comunidad.

Es así que 26.8% del total de la población dedicada al trabajo del hogar gozó de al menos una prestación laboral. De este porcentaje, 22.9%, aunque con ciertas prestaciones, no tuvo acceso a instituciones de salud, 3.1% sí contó con esta y otras prestaciones y 0.8% sólo tuvo acceso a instituciones de salud.

De los 37.3 millones de hogares en el país, 4.3% (1.6 millones) contrató trabajadoras o trabajadores domésticos. 96.2% lo hizo bajo un esquema de “entrada por salida” y 3.5% como “de planta”. A 0.3% se le contrató bajo ambos esquemas.

Nivel de escolaridad

En América Latina y el Caribe, una de las regiones más desiguales del mundo, parte importante de la desigualdad se sostiene en base al mercado laboral segmentado que discrimina a las mujeres por ser responsables de los cuidados.

Este mercado condiciona la inserción de las mujeres y sus opciones de empleo a las alternativas que permitan gestionar la conciliación, a la vez que genera en el empleo doméstico una de las pocas alternativas de empleo precario a la que pueden optar las mujeres que no han podido avanzar en la educación o no han tenido acceso a formación profesional.

Al cuarto trimestre de 2022, las personas ocupadas en el trabajo doméstico remunerado en México habían cursado, en promedio, ocho años de escolaridad. Además, se observó que, 42.1% del total, terminó la secundaria.

Las personas trabajadoras del hogar que completaron la primaria ascendieron a 28.4% y después, con 14.7%, quienes contaban con algún año aprobado en el nivel medio superior y superior. Quienes contaban con primaria incompleta o menos representaron 14.6%.

Duración de la jornada laboral

El trabajo doméstico no remunerado y remunerado es central para la sostenibilidad de la vida humana y para el funcionamiento de los hogares, la economía y el conjunto de la sociedad.

La ENOEN señaló que, en promedio, las personas trabajadoras domésticas remuneradas en México laboraron 33 horas a la semana.

Del total, 57.5% trabajó menos de 40 horas a la semana, 30.0% cumplió jornadas de entre 40 y 48 horas y 10.6% tuvo jornadas semanales superiores a las 48 horas.

La duración de la jornada presenta diferencias según el sexo de las personas ocupadas. Mientras que 9.1% de las trabajadoras del hogar cumplieron jornadas de más de 48 horas a la semana, el porcentaje de hombres fue de 27.5%. En contraparte, 53.6% de las ocupadas en el trabajo doméstico remunerado laboró menos de 35 horas por semana. En los hombres, este porcentaje fue de 27.4%.

Tradicionalmente, el trabajo doméstico ha recaído en manos de las mujeres, a quienes la sociedad responsabiliza de llevar adelante las tareas del hogar y el cuidado de todas las personas, relegando en muchos casos sus proyectos personales, entre ellos, la posibilidad de acceder al mercado laboral.

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