Janice Meghan Myers es una cantante y compositora estadounidense conocida artísticamente como Meg Myers.
El paso de Meg en la música ha ido más de la mano del rock alternativo que del pop fino. Su concepto es más intenso, depresivo en sus primeros EP’s, pero siempre demostrando una gran voz y guitarras potentes.
Myers dijo en 2015 al diario LA Weekly: “Hago mucha música triste, pero así es como sobrellevo mi dolor y de una manera extraña me curo”.
Ahora en este, su tercer álbum de estudio titulado TZIA, la oriunda de Tennessee, Estados Unidos, nos entrega, no sólo un álbum con bastantes cambios en su sonido, también en su imagen, entendiendo que todo el cambio obedece a la idea de no permanecer estático y que siempre será para bien.
En ese sentido, hay ciertos cambios notables en esta producción, que se centran más en ubicarla como una mujer sensible que sale adelante pese a la adversidad. El empoderamiento implica entenderse primero como persona y luego como un ser inserto en la sociedad. Descubrir su lugar fue imperativo para lograr esta producción y, obviamente, la catarsis va implícita en cada corte.
Musicalmente, Meg Myers explora nuevas sonoridades, pero sin despegarse del sonido característico: guitarras finas, sintetizadores y bajos y baterías listos para explotar. La búsqueda constante de un sonido propio le hace probar nuevos caminos. Podrá sonar menos potente, pero la energía sigue ahí. La actitud también.
Se rata de un álbum más oscuro, pero con letras esperanzadoras y de empoderamiento. La utopía en las líricas se contrapone con la imagen distópica de Meg, pero ese balance es justo y necesario para su personalidad, y es precisamente el balance el común denominador en TZIA.
Un cambio radical
En cuanto a la imagen, es prácticamente el cambio más radical. Meg dejó a un lado su femineidad para evitar promoverse con la bandera de la sexualidad en un momento de su vida en que es lo de menor importancia. Ahora se erige como un ser andrógino y se conduce con una seguridad admirable. Es Meg Myers.
A New Society, Searching For The Truth, Eleveneleven, Ovarios Speak o el cover a Linkin Park, Numb, complementan perfecto el sentido y sonido de TZIA, que ya veíamos venir con los singles HTIS (junto a Carmen Vandenberg y Luna Shadows), Children Of Light II, Sophia <144> (con Nicole Perretti), Me y My Mirror, como una cascada de sonidos pop con guitarras constantes y muchas voces en quiebre.
Sin duda, este es un álbum importante para Meg Myers, una mujer que ha sabido sobreponerse a la adversidad y transformarse en un ser mejor y hacer catarsis en sus propias letras.
TZIA debería ser un álbum que todos deberíamos escuchar, no nos vendría mal aprender a avanzar como sociedad.
Más de Meg Myers
En 2012, Myers publicó su primer EP, Daughter in the Choir y en 2014 lanzó Make a Shadow, pero fue hasta 2015 cuando estrena su álbum debut, Sorry.
En 2018 publica Take Me to the Disco, su segundo álbum. Y, de 2019, seguramente recuerdas su cover de Running Up That Hill (original de Kate Bush, 1985).
Iván Cigarroa Moscoso es director de la agencia de difusión y relaciones públicas Cigarroa Medios, periodista, columnista y blogger musical. Durante más de 16 años, ha contribuido en propuestas musicales de talento nacional e internacional, emergente y consolidado. Ha llevado las relaciones públicas de los festivales Metal Fest y Pure Festival, además de trabajar con bandas como Deer MX, Genitallica, Dapuntobeat, Peter Hook y Molchat Doma.
Puedes conocer más sobre sus críticas musicales en Cosas que no vienen al caso, en su blog, en Instagram, Facebook, Tik Tok y Twitter.