Juegos Olímpicos de Berlín 1936 ante la Alemania nazi de Adolf Hitler
En agosto de 1936, la dictadura nazi de Adolf Hitler disfrazó su carácter racista y militarista para albergar los Juegos Olímpicos de verano.
Se suponía que Berlín ya era la sede de los juegos de 1916 pero, en medio de los preparativos estalló la Primera Guerra Mundial, impidiendo su celebración.
Fue hasta 20 años después cuando iniciaron los juegos con banderas olímpicas en el nuevo y gigantesco Estadio Olímpico de Berlín.
Asistieron 49 delegaciones de atletas de todo el mundo.
Alemania presentó la delegación más numerosa con 348 atletas, la estadounidense fue la segunda con 312 deportistas, incluidos 18 afroamericanos y México nos representó con 32 atletas, con el general Tirso Hernández como abanderado.
Sin embargo, lo que dejó una impresión duradera en los recuerdos no fue ni el esplendor desplegado por la Alemania nazi ni las actuaciones de la delegación local, que terminó en primer lugar, sino las cuatro medallas de oro del legendario atleta afroamericano Jesse Owens y la rabia de Hitler al abandonar la escena para evitar saludar al campeón.
Y es que Owens venció al alemán Lutz Long en el salto de longitud al final de una asombrosa competición que dio lugar a una verdadera amistad entre los dos hombres, poniendo en tela de juicio las declaraciones de Hitler sobre las razas llamadas “inferiores”.
A esa medalla se sumaron las de 100 metros planos, 200 metros planos y el relevo de 4 por 100 metros.
Sin duda, gracias a Jesse Owens, los juegos de Berlín 36 quedarán para siempre marcados en la historia olímpica.