Los jefes militares de una docena de países condenaron este domingo la sangrienta represión de la víspera en Myanmar, en la que murieron al menos 107 personas, entre ellas varios menores, a manos de las fuerzas de seguridad que abrieron fuego contra los manifestantes.
Myanmar está sumida en el caos desde el golpe militar que depuso al gobierno civil de Aung San Suu Kyi generando protestas masivas en todo el país en favor de la democracia.
La junta gobernante realizó el sábado una demostración de fuerza con motivo del Día de las Fuerzas Armadas, mientras el balance de muertos desde el golpe militar del 1 de febrero se eleva a 423, según una oenegé local.
Los jefes militares de una docena de países, incluidos Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Corea del Sur y Alemania, condenaron el uso letal de la fuerza contra manifestantes desarmados en Birmania.
“Un militar profesional sigue estándares internacionales de conducta y es responsable de proteger –no de dañar- a las personas a las que sirve”, aseguran en un comunicado conjunto, antes de “urgir” a las fuerzas armadas birmanas a que “cesen la violencia y trabajen para restaurar su respeto y credibilidad de cara a la población de Myanmar”.
El domingo se celebraron funerales de algunas de las víctimas tras el día más sangriento desde el golpe.
- A pesar del riesgo, los manifestantes volvieron a salir a la calle el domingo en algunas zonas de Rangún, incluida Hlaing y en las ciudades de Dawei, Bago, Myingyan y Monywa.