Los tiroteos siguen siendo cotidianos en Estados Unidos, mientras, su Congreso no aprueba legislaciones restrictivas a la venta de armas.
Apenas el 14 de marzo, dos personas murieron y 13 resultaron heridas, en un tiroteo en Chicago y en Miami, falleció otra más en un ataque armado.
Mucha gente viene aquí y no con buenas intenciones”, señaló Dan Gelber, alcalde de Miami, Florida.
Cuatro muertos y un herido dejó otro ataque más el 17 de este mes, en Phoenix, Arizona.
El 16 de marzo, en Atlanta, Georgia, murieron ocho personas, entre ellas, seis mujeres de origen coreano.
Este lunes, en Boulder, Colorado, Ahmad Al Aliwi, de 21 años de edad, mató con un rifle de asalto a diez personas en un supermercado, incluido un policía.
El presidente Joe Biden urgió al Congreso prohibir la venta de rifles de asalto y aprobar las leyes de “sentido común” sobre las armas.
El Senado deber aprobar de inmediato ambas leyes, avaladas en la Cámara de representantes, que eliminan lagunas en verificar los antecedentes de compradores”, mencionó Joe Biden, presidente de Estados Unidos.
Legisladores demócratas y republicanos coincidieron.
“En toda la nación, cada día se pierden 109 vidas a causa de la violencia con armas”, señaló Dick Durbin, senador demócrata, EUA.
“En las leyes, se alerta a la policía cuando alguien no calificado intente comprar un arma”, expresó Chuck Grassley, senador republicano, EUA.
Los tiroteos han afectado a paisanos. En julio de 1984, James Oliver mató a 22 personas, 17 mexicanas, en un restaurante de San Isidro, California.
El 3 de agosto de 2019, 22 personas, 19 de origen mexicano, fallecieron en el tiroteo en un supermercado de El Paso, Texas.
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