Madera comprimida podría convertirse en generador eléctrico
Madera modificada químicamente para hacerse más comprimible ha sido transformada en minigenerador.
Además, podría servir como biosensor o como material de construcción que recolecta energía.
Un equipo de los Laboratorios Federales Suizos de Ciencia y Tecnología de Materiales (Empa) utilizó un proceso químico y uno biológico para generar voltaje eléctrico a partir de un tipo de esponja de madera.
Al hacerlo, amplificaron lo que se conoce como el efecto piezoeléctrico de la madera.
Cuando un material piezoeléctrico se deforma elásticamente, genera un voltaje eléctrico.
La tecnología de medición, en particular, explota este fenómeno mediante el uso de sensores que generan una señal de carga cuando están sometidos a esfuerzos mecánicos.
Sin embargo, muchos de los materiales que se utilizan a menudo para estos sensores no son adecuados para aplicaciones biomédicas.
El titanato de circonato de plomo (PZT), por ejemplo, no se puede usar en la piel debido a su plomo tóxico y debe desecharse especialmente.
La madera también tiene un efecto piezoeléctrico natural, pero solo genera un voltaje eléctrico muy bajo.
Si se quiere aumentar el voltaje, se debe cambiar la composición química de la madera, y esto también la hace más compresible.
Para convertir la madera en un material fácilmente conformable, se debe disolver un componente de las paredes de la celda.
Las paredes de las células de la madera constan de tres sustancias básicas: lignina, hemicelulosa y celulosa.
Los investigadores lograron esta deslignificación colocando madera en una mezcla de peróxido de hidrógeno y ácido acético.
El ácido disuelve la lignina, dejando un marco de capas de celulosa.
De esta manera, un trozo de madera de balsa se convierte en una esponja de madera blanca, formada por capa sobre capa de celulosa fina.
La esponja puede simplemente comprimirse y luego vuelve a su forma original.