En Myanmar, miles de personas acudieron al funeral de una mujer herida de bala el 9 de febrero y que falleció días después.
El sábado, la policía disparó contra los manifestantes pro-democracia y mató a dos personas, una de ellas menor de edad, en la Ciudad de Mandalay.
Tras las protestas con cacerolas contra la dictadura militar y luego de que la policía reprimió la protesta con armas de fuego, para dispersar a la multitud.
Ellos golpearon a mi esposo y le dispararon, y a otros. El estaba parado al lado mirando la protesta, pero los soldados se lo llevaron”, residente de Mandalay, Myanmar.
Entre los 550 detenidos, destacan funcionarios depuestos, huelguistas, monjes y activistas.
El secretario general de la ONU Antonio Guterres condenó la represión, en Twitter.
Condeno el uso de violencia mortal en Myanmar. El uso de fuerza letal, intimidación y acoso contra manifestantes pacíficos es inaceptable. Todos tienen derecho a reunirse pacíficamente. Hago un llamado a todas las partes para que respeten los resultados de las elecciones y vuelvan a un gobierno civil”.
I condemn the use of deadly violence in Myanmar.
— António Guterres (@antonioguterres) February 21, 2021
The use of lethal force, intimidation & harassment against peaceful demonstrators is unacceptable.
Everyone has a right to peaceful assembly. I call on all parties to respect election results and return to civilian rule.