En Madrid, España, la reportera Isa Balada sufrió tocamientos indebidos por parte de un transeúnte cuando realizaba una transmisión en vivo para el programa de noticias en el que trabaja.
La reportera continuó transmitiendo la información, pero después increpó a su agresor por haberla tocado sin su consentimiento, mientras que el agresor negó la acusación.
En otro enlace con su televisora, mientras la periodista informaba que el sujeto agredió a otras mujeres que estaban en la zona, éste aprovechó el momento para acercarse nuevamente a ella para exigirle que dijera la verdad.
La Policía Nacional de España informó que detuvo al agresor.
“Detenido por agredir sexualmente a una reportera mientras estaba realizando un directo de televisión”, informó la Policía Nacional española en la red social X, junto a un video de la detención.
Desde una reciente reforma del Código Penal español, todo abuso sexual puede considerarse agresión sexual, una categoría penal que agrupa todos los tipos de violencia sexual.
La ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, escribió en X: “Los tocamientos no consentidos son violencia sexual y decimos basta a la impunidad”.
Este episodio se produce poco después de la dimisión del presidente de Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, por besar en la boca a la jugadora Jenni Hermoso en los momentos posteriores a la victoria de España en el Mundial femenino, en Australia.
El beso, que la jugadora dijo que no había sido consentido, desató una tormenta nacional e internacional que provocó la dimisión de Rubiales, que además el viernes tendrá que responder del episodio ante un juez.