En esta última entrega, Once Noticias presenta uno de los proyectos fundamentales de Vivo Mi Calle en Cali: la Cicloruta. A pesar de que el proyecto no se ha inaugurado, por el contexto de pandemia y algunas oposiciones, el equipo espera que pronto pueda ponerse en funcionamiento, porque la emergencia sanitaria por Covid-19 ha puesto en evidencia la necesidad de una movilidad segura, eficiente y sustentable.
Cicloruta en Cali: un proyecto en espera
Bogotá es una de las ciudades que ha apostado por la movilidad sustentable. En el 2020 añadió 84 km de carriles para bicicleta a los 550 km con los que ya contaba. Es una de las principales ciudades de América Latina que ha incentivado el uso de la bici como alternativa de movilidad. Sin embargo, su experiencia no ha sido extendida a otras ciudades.
En Cali, se ha buscado expander la experiencia de la movilidad a través de la bicicleta, por lo que se ha apostado por hacer ciclorutas para los habitantes. Ese es otro de los proyectos que impulsó Vivo Mi Calle. En este, el equipo realizó una encuesta a nivel ciudad. Obtuvieron una participación sorpendente ya que poco más de un millón de personas respondieron la encuesta. Al respecto Natalia comenta que “las ciclorutas no son populares en la ciudad y fue un arduo trabajo.”
Para llevarlo a cabo trabajaron la socialización con perspectiva de género, ya que diagnosticaron la prevalencia de acoso callejero en la zona en la que se establecería la cicloruta: “hicimos recorridos en las calles, para concientizar a los comerciantes que son vecinos de las avenidas. Hablamos con ellos, los invitamos a talleres y además ideamos otras rutas en caso de que se presentara algo.”
Fue difícil, considera todo el equipo, porque: “a nuestro país cuando se le quita un carril, todo el mundo protesta (hasta los que no tienen auto) porque se piensa que es sinónimo de modernidad”, afirma en tono preocupante Natalia. Más adelante señala que “en la Ciclorruta teníamos 3 carriles con límite de 30 km/hora. Esto incentiva mayores velocidades. Nos dimos cuenta que la gente pasaba a 60 km/h. El diseño vial incentiva la velocidad.”
Se pintaron las líneas de la ruta y se idearon estacionamientos espaciales, para evitar que los autos intervengan la Cicloruta. También se pusieron macetas, para delimitar la intrusión del automóvil, así como luminaria. En el proyecto han enfrentado enormes retos y oposiciones, principalmente de los medios de comunicación, sin embargo, se encuentran a la espera de que se pueda inaugurar porque el uso de la bicicleta es una de las alternativas para generar estrategias de movilidad para impactar, por un lado, de forma positiva en la salud de los habitantes, y por otro para generar una movilidad sostenible.
Finalmente, el equipo comparte que “los proyectos urbanos no se trabajan solos. Sino que es un trabajo de diálogo y de conjunción entre instituciones y secretarías, comunidades y habitantes. Es un trabajo enorme, por lo que se necesita el diálogo y la participación de todos los sectores.”
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