El año pasado el Gobierno firmó un decreto oficial para prohibir la circulación y comercialización de los vapeadores o cigarros electrónicos.
En el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), se prohíbe la circulación y comercialización en el interior de la República -cualquiera que sea su procedencia- de los Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina, Sistemas Similares sin Nicotina, Sistemas Alternativos de Consumo de Nicotina, cigarrillos electrónicos y dispositivos vaporizadores con usos similares, así como las soluciones y mezclas utilizadas en dichos sistemas.
Muchos usuarios se pronunciaron en contra de la decisión, mientras que vendedores de estos productos auguraron que se dispararía el mercado negro del negocio, ya sea en lugares clandestinos, o en redes sociales.
Y efectivamente, de acuerdo con diversos reportes, conseguirlos por ejemplo en Ciudad de México no es tan complicado, pues en la zona centro hay comercios establecidos que los tienen a la venta. También se pueden adquirir en algunos tianguis y comercios ambulantes.
Pero es en línea -sobre todo a través de redes sociales como Facebook- donde se exhibe a la venta toda una variedad de cigarros electrónicos. Se pueden encontrar de distintas marcas y precios.
Lo más delicado es que existen algunos productos de los que no se sabe su procedencia, ni los daños que puedan ocasionar a la salud. Por tanto, se ha llegado a convertir en un mercado no regulado, sin control ni restricciones de compra.
Es por ello que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) instó a denunciar la venta ilegal de dichos productos.
Existen tres mecanismos para realizar las denuncias: la página electrónica de Cofepris que dirige de manera sencilla al apartado de denuncias sanitarias; a través del Centro de Atención Telefónica al número 800 033 50 50 y mediante las redes sociales Facebook, Twitter e Instagram.
Según cifras oficiales, al menos cinco millones de mexicanos con edades entre los 12 y los 65 años, han utilizado alguna vez uno de estos dispositivos.
La Cofepris ya había emitido una alerta sanitaria sobre el uso de vapeadores y productos emergentes de tabaco, pues ocasionan graves daños a la salud y son adictivos.
En un comunicado manifestó que se ha detectado acetato de vitamina E como aditivo en la fabricación de cartuchos para vapeadores. El acetato de vitamina E es un líquido claro de color amarillo que se usa como aditivo de manera independiente o con THC (principal compuesto psicoactivo que se encuentra en las plantas de cannabis).
El problema es que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades en Estados Unidos han encontrado casos de enfermedad pulmonar asociados al uso de vapeadores y uno de los agentes probables es precisamente el acetato de vitamina E.
Cuando el acetato de vitamina E se calienta, es generado un compuesto reactivo de nombre ceteno, el cual puede ser un irritante pulmonar e incluso puede ocasionar trombos.
En México, ninguno de los productos catalogados como vapeadores o similares cuenta con la autorización sanitaria de Cofepris o reconocimiento por parte de la Secretaría de Salud como productos de riesgo reducido o como una alternativa para dejar de fumar.