El ministro de inteligencia de Irán dijo que la persistente presión occidental podría empujar a Teherán a luchar como un “gato acorralado” y buscar armas nucleares, que la República Islámica ha insistido durante años que no tiene intención de desarrollar nunca.
Los comentarios hechos en una entrevista televisiva son una rara sugerencia de que Irán podría tener interés en las armas nucleares, que las naciones occidentales han acusado a Irán de perseguir.
Los funcionarios iraníes han rechazado repetidamente este cargo, citando una fatwa o decreto religioso emitido a principios de la década de 2000 por la máxima autoridad de la República Islámica, el líder supremo ayatolá Ali Khamenei, que prohíbe el desarrollo o uso de armas nucleares.
Estados Unidos y las otras potencias occidentales que firmaron originalmente un acuerdo nuclear de 2015 con Irán parecen estar en un punto muerto sobre qué lado debería regresar al acuerdo primero, por lo que es poco probable que las sanciones estadounidenses que han paralizado su economía puedan eliminarse rápidamente.
El Líder Supremo ha dicho explícitamente en su fatwa que las armas nucleares están en contra de la ley sharia y la República Islámica las ve como prohibidas religiosamente y no las persigue”, dijo el ministro, Mahmoud Alavi, a la televisión estatal.
“Pero un gato acorralado puede comportarse de manera diferente a cuando está libre. Y si ellos (los estados occidentales) empujan a Irán en esa dirección, entonces ya no es culpa de Irán”, dijo Alavi en la entrevista transmitida el lunes por la noche.
Los detalles de la entrevista fueron publicados por los sitios web de noticias iraníes.
Irán ha insistido en que su programa nuclear es para generar energía y para otros fines pacíficos. Pero las agencias de inteligencia estadounidenses y el organismo de control nuclear de las Naciones Unidas creen que Irán tuvo una vez un programa de armas nucleares que detuvo.
La administración del presidente estadounidense Joe Biden está explorando formas de restaurar el acuerdo nuclear de 2015 que Irán firmó con las principales potencias mundiales, pero que fue abandonado en 2018 por el ex presidente Donald Trump, quien restauró las sanciones. Irán tomó represalias incumpliendo los términos del acuerdo en una respuesta paso a paso.
Biden ha dicho que, si Teherán volviera a cumplir estrictamente con el pacto, Washington haría lo mismo y lo usaría como trampolín para un acuerdo más amplio que podría restringir el desarrollo de misiles de Irán y sus actividades regionales.
Teherán ha insistido en que Washington debe primero aliviar las sanciones antes de reanudar el cumplimiento. Ha descartado cualquier negociación sobre cuestiones de seguridad más amplias.